Regocijo y tristeza tras derrumbe en mina nicaragüense

Managua, 2 sep (PL) Tras cinco días de incertidumbre y esfuerzos, el pueblo nicaragüense celebra hoy el rescate con vida de 20 trabajadores y despide con tristeza a otros siete, soterrados en una mina de Bonanza, en la Región Autónoma del Atlántico Norte.
Desde la tarde del jueves, habitantes de ese municipio esperaban a las afueras de los túneles mientras brigadas de la Dirección General de Bomberos, el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, el Ejército y la Policía, laboraban para socorrer a las personas atrapadas.
Los equipos de salvamento lograron sacar de la mina a 20 trabajadores en la noche del viernes, pero las condiciones adversas y la inestabilidad del terreno impidieron encontrar a los reportados como perdidos por sus familiares y compañeros.
En declaraciones a la televisión local, el jefe de la brigada de rescate, Javier Anaya, explicó que se trabajó a unos 200 metros de profundidad en un escenario muy peligroso, caracterizado por lluvias constantes, niveles de humedad del 98,9 por ciento y continuos deslizamientos de tierra.
Lumberto Campbell, delegado del Gobierno para Costa Caribe, señaló que se realizaron más de 25 ingresos a la mina por brigadas conformadas por ocho mineros artesanales y dos bomberos, las cuales laboraban durante dos horas y eran relevadas por equipos similares.
En la noche de este lunes, las autoridades nicaragüenses decidieron suspender las tareas de búsqueda debido a los constantes deslizamientos de tierra y el peligro existente en el interior de los túneles.
«Era arriesgar la vida de mucha más gente», afirmó la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, y manifestó el profundo pesar del Gobierno y el pueblo.
La lucha se libró hasta que fue imposible. Era derrumbe tras derrumbe, se caían las estructuras creadas por los rescatistas y había que volver a empezar. Fue una lucha constante contra un medio totalmente inestable y sofocante, expresó.
Murillo señaló que el presidente Daniel Ortega orientó desde el comienzo las acciones de salvamento y estuvo pendiente del transcurso de los acontecimientos.
Durante una intervención en la televisión local, la coordinadora reconoció la rápida respuesta de países como Venezuela, México y Chile ante la solicitud de ayuda de Nicaragua.
Afirmó que especialistas venezolanos estaban preparados para viajar hacia el lugar del incidente cuando se anunció la salida de la mina de los trabajadores con vida.
La dirección del país agradeció el apoyo de mineros artesanales y la población en las labores de rescate y la solidaridad en medio del dolor y la consternación.

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