Resaltan avances laborales en Ecuador: más salarios y menos desempleo

Quito, 17 sep (PL) El aumento de salarios a más del doble, la disminución del desempleo a índices únicos en Latinoamérica y el fin de la tercerización del trabajo son logros conseguidos en Ecuador en materia laboral, destaca hoy la prensa.
Según el diario El Telégrafo, desde el inicio del gobierno de Rafael Correa en 2007 ha regido la premisa de que el trabajo humano tiene supremacía por sobre el capital, lo cual ha permitido avanzar en la cuestión de derechos y bienestar laboral.
Entre los indicadores resaltados en este sentido se encuentra el aumento del salario básico, que en 2007 era de 140 dólares y ahora es de 340.
Adicionalmente, en este periodo 667 mil personas han encontrado trabajo con remuneración superior al salario básico.
Con respecto a la ocupación laboral, Ecuador es el país con menor desempleo urbano en América Latina, pues este índice es de apenas el 4,9 por ciento.
Las nuevas reglamentaciones establecidas en este ámbito han favorecido el fin de los salarios de miseria, de la tercerización (contratación indirecta), y los abusos en las contrataciones por horas, indicó el rotativo.
En cuanto a la seguridad social, se dispuso la obligatoriedad de que las empresas afilien sus trabajadores al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), con vistas a garantizarles derechos como la jubilación.
Dentro de la población económicamente activa, el índice de adscritos al IESS aumentó del 26 por ciento en 2007 al 43 en 2013.
En las recientes semanas, Correa ha mencionado la intención gubernamental de reformar la normativa de seguro social para ampliarlo hasta lograr una cobertura universal, lo que incluiría grupos tradicionalmente excluidos como los campesinos y las amas de casa.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reconoció los avances de la nación suramericana y los atribuyó a las nuevas políticas laborales y al incremento de trabajadores con ocupación apropiada y adecuada.
Como punto de partida para todos los cambios experimentados se sitúa la Constitución de Montecristi aprobada en 2008, la cual define el trabajo como un derecho y un deber social, así como la fuente de realización personal y base de la economía.