Confusión, violencia y amenaza de guerra civil en Yemen

Sanaa, 20 sept (PL) La confusión y la violencia reinan hoy en esta capital tras el fracaso del acuerdo de tregua entre el Gobierno del presidente Abd Rabu Mansour Hadi y Ansarullah, el brazo armado del clan chiíta Houthi.
La víspera los Ansarullah tomaron e incendiaron la casa del general Alí Mohsen aquí y capturaron una colina cercana desde la cual dominan el Hospital de la Ciencia y la Tecnología mientras combaten en la entrada oeste de la base de la primera División Blindada, comandada por ese militar.
Los milicianos Houthi concentran el fuego sobre la base de esa fuerza, cuyo mando rehúsa dejar el general Mohsen quien aduce que los medios y el terreno del campamento son de su propiedad, confirmó a Prensa Latina una fuente diplomática en esta capital.
En ausencia de un entendimiento entre el Gobierno y los Ansarullah, la posibilidad de una guerra civil es cada más tangible, dijo el informante, que demandó el anonimato.
Los Houthi, que exigen presencia en un nuevo gabinete y la reconformación del acuerdo de federación del país en seis regiones adoptado a principios de año por el Diálogo Nacional, también tomaron la casa del ex ministro de Información Alí Al Amrani y parecen listos a dominar parte de esta capital.
De conseguir ese objetivo Sanaa estará controlada uno por los Houthi, a los que se han sumado oficiales del Ejército, y por las tropas leales al Gobierno de Mansour Hadi y milicias tribales sunitas, rivales de los Houthi, miembros de la secta chiíta del Islam.
La crisis se agravó después que portavoces aseguraran que el subsecretario general de la ONU y enviado para Yemen, Jamal Bin Omar, había conseguido una tregua entre los contrincantes y que el jefe de los milicianos, Abdel Malik Houthi, nombró dos delegados para negociar un acuerdo.
En el ínterin, el presidente Abd Rabu Mansur Hadi declaró la víspera en una reunión con los embajadores de los 10 países que patrocinan la transición en Yemen que había conjurado un intento de golpe de Estado planeado por los Houthi.
El anunciado cese de hostilidades siguió a la interrupción de los vuelos comerciales por las aerolíneas árabes e internacionales y de las transmisiones de las emisoras de televisión.
Los tres canales yemenitas recesaron sus actividades después que la emisora estatal fue impactada la noche del jueves por fuego de artillería.
Los choques más fieros se registraron en la zona de Jraf, en la periferia norte de esta capital, donde también está la terminal aérea.
Desde hace semanas miembros de Ansarullah, que cuenta con apoyo mayoritario en esta capital, donde la mayoría de la población es chiíta, tiene montados campamentos de protesta que bloquean las principales arterias, en particular la que conduce al aeropuerto internacional.

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