José Mujica llama a detener las tensiones internacionales

Montevideo, 20 sep (PL) El presidente uruguayo, José Mujica, llamó hoy a los poderosos del mundo a actuar ya para detener el aumento de la tensión internacional y garantizar la paz y una gobernanza global.
En un artículo para la revista «International Policy Journal», de próxima aparición, el mandatario escribió que el mundo necesita fortalecer los mecanismos de diálogo, cooperación y acción común, a todos los niveles.
El texto, distribuido hoy por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, señala que se han ido acumulando tensiones crecientes y que el clima político se ha enrarecido.
«Los episodios de guerra o conflictos graves, o de desestabilización, que afectan a regiones enteras o a países, se han multiplicado», precisó Mujica y citó varios ejemplos, agregando que «la lista sería interminable».
Conflictos que estaban latentes explotan y se vuelven guerra declarada, otros, añosos, se engangrenan y agravan. En todos los casos, con miles de víctimas inocentes que llaman a nuestra conciencia y reclaman nuestra intervención, acotó.
Más adelante, el presidente, quien recordó los tiempos de la Guerra Fría, escribió que ahora «se interrumpen negociaciones por el desarme y se habla nuevamente de planes de despliegue armamentístico».
Aclaró que antes se enfrentaban dos grandes potencias en un mundo perfectamente bipolar, pero ahora se trata de «un grupo grande de nuevos aspirantes a ocupar los primeros lugares del poder global».
Todos, planteó Mujica, con enorme poder político y económico y aspiraciones de seguir creciendo, casi todos con armamento nuclear a disposición.
Alertó asimismo que el panorama futuro probablemente será de «una multiplicación de enfrentamientos sangrientos, de sanciones y de embargos, de limitación del comercio y de las políticas de desarrollo».
Pero, puede ser aún peor. Si el clima se sigue enrareciendo y las tensiones aumentan, no habrá ya un teléfono rojo como el que vinculaba a las dos superpotencias del siglo XX, subrayó Mujica.
El mandatario sentenció que «las posibilidades de detener, aunque más no fuera in extremis, una hecatombe, se reducirán drásticamente».
En vísperas de la Asamblea General de la ONU, el presidente uruguayo preguntó: ¿Será posible que los dirigentes de las naciones dediquen sus fuerzas a mejorar la vida de sus congéneres?

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