Cruz Azul está en crisis: tenían que ganarle al Atlas, o por lo menos empatarle para no rezagarse en la tabla, pero fueron superados y derrotados.
El portero Guillermo Allison, quien sustituyó a Jesús Corona, tuvo un juego con grandes lances y evitó con varias atajadas la goleada. Pero no pudo evitar la derrota 1-2.
La Máquina es víctima de su propia desesperación. Sigue sin tener gol y la defensiva ha perdido la fortaleza. La presión comienza a vencerlos. Perdona las opciones de gol que crea, pero sus rivales no lo perdonan.
El equipo celeste le regaló al Atlas su primer gol: dejó a Maikón Leite centrar por la banda derecha y permitió que Arturo González rematara sin problemas en el área. Fue un cabezazo imposible de detener para Allison.
El gol sacudió a Cruz Azul. Apenas se habían jugado siete minutos y ya perdían. La Máquina tardó en recuperarse, el Atlas le quitó el balón y lo paseó. Toque por todos lados del campo.
El panorama más complicado se le presentó a Cruz Azul: perdían un juego que estaban obligados a ganar para no rezagarse más en la tabla. Tenían que meter goles pero toda la temporada han tenido una sequía en la ofensiva. Los jugadores celestes se desesperaron por empatar.
Tuvo que aparecer un defensor para empatar el juego. En una jugada a balón parado, Rogelio Chávez centró al área y ahí remató Julio César Domínguez para meter con un cabezazo el gol.
El empate le dio vida al partido. Atlas se volcó al ataque para ganar y Cruz Azul lo contragolpeó. Ambos tuvieron ocasiones de gol pero los Rojinegros fueron más certeros. Un rebote en el área, el balón le cayó a Rodrigo Millar, quien ante el portero definió para el gol de la victoria.
El jugador chileno dejó en inferioridad numérica a los locales por festejar sin playera y Atlas tuvo que jugar los últimos minutos con uno menos.
La Máquina pudo recibir más goles pero Allison los evitó. La derrota deja a Cruz Azul en el fondo de la tabla. Los punteros se les despegan. El gol no llega. Las derrotas se acumulan y la calificación se aleja.
Por su parte, Atlas llegó a 18 puntos y regresó al subliderato del torneo.