Hizbulah activa controles de seguridad tras letal atentado en Líbano

Beirut, 21 sep (PL) El movimiento libanés Hizbulah intensificó hoy sus habitualmente rigurosos controles de seguridad en suburbios del sur de esta capital, tras un atentado en el que murieron tres milicianos suyos en un puesto de vigilancia de Khraibeh.
Las revisiones de autos y los cacheos corporales en retenes de calles y avenidas del Dahiyeh, área meridional de Beirut donde tiene mayor control la agrupación de resistencia chiita, se tornaron más minuciosos desde la pasada medianoche tras conocerse el deceso de tres hombres en el valle de la Bekaa.
Fuentes de seguridad precisaron que una explosión ocurrida después de las 22:30 hora local en un puesto de control de carretera de la región de Baalbek cercano a la frontera sirio-libanesa, provocó al menos tres fallecidos y un número impreciso de heridos, además de daños materiales.
El ataque suicida fue ejecutado por un hombre que se inmoló dentro del carro que conducía cuando se acercó a la referida instalación habilitada por Hizbulah (Partido de Dios) para supervisar la circulación vial en esa zona del oriente del país.
Según la agencia oficial de noticias NNA, el punto de chequeo de carretera se ubicaba entre las áreas de Khraibeh y Ham junto a las Montañas Este de El Líbano, en inmediaciones de la frontera con Siria donde operan grupos armados que combaten al gobierno del presidente Bashar Al-Assad.
La agresión suicida se presume fue perpetrada por las mismas bandas terroristas que operan en territorio sirio y se vengan de la participación de milicianos de la resistencia chiita libanesa en la guerra del vecino país en apoyo al gobierno de Damasco.
En el último año, tanto regiones limítrofes como los suburbios beirutinos con predominio de residentes chiitas han sido blanco de atentados con bombas que provocaron varios muertos, uno de los últimos en el barrio de Tayounneh.
Precisamente, el atentado de anoche se produjo en medio de tensiones políticas y sociales por la retención de una veintena de soldados y policías libaneses a manos de extremistas sunnitas del Estado Islámico (EI) y el Frente Al-Nusra a comienzos de marzo en la aldea fronteriza de Arsal.
Un comunicado del Ejército confirmó anoche el rescate de un residente de Arsal identificado como Abdallah Mohamad Breidi que había sido secuestrado horas antes en el vecindario capitalino de Ouzai, además de la desaparición de cinco personas de dos familias en la aludida localidad de la Bekaa Este.
Asimismo, puntualizó que se redoblaron las medidas de seguridad con la instalación de puestos de control en torno a la embajada de Kuwait y la calzada de la Ciudad Deportiva, aledañas al distrito donde ocurrió el rapto.
Los secuestros se han multiplicado en las últimas semanas como medida de presión al Gobierno para que acelere las gestiones destinadas a liberar a los uniformados que siguen como rehenes, sobre todo después de que el EI decapitó a tres de ellos.

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