Ante una sociedad cada vez más distanciada de la clase política, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, expuso el jueves en el Congreso una batería de medidas contra la corrupción con la intención de frenar la sangría de votantes de cara a las elecciones generales del próximo año.
Horas después de que la ministra de Sanidad, Ana Mato, dimitiera tras considerar el juez que instruye el caso de corrupción Gürtel que se lucró con los negocios ilícitos de su exmarido, Rajoy quiso mostrar firmeza contra una cuestión que ha pasado a ocupar los primeros puestos de las preocupaciones de los ciudadanos.
«Entiendo la indignación de los ciudadanos», dijo Rajoy, que pese a reconocer que «la corrupción se ha convertido en noticia cotidiana», matizó que en su opinión no se trata de un problema generalizado entre la clase política.
«¿Acaso los errores de cualquier profesional desacreditan a toda la profesión? (…) Si hemos de generalizar será para sostener con orgullo que la mayoría de nuestros representantes políticos son personas decentes (…) España no está corrompida, no generalicemos, España tiene algunos corruptos que afortunadamente están saliendo a la luz», agregó.
El presidente del Gobierno expuso medidas que, entre otras cosas, imponen condiciones más duras a los partidos frente a casos internos de corrupción, ponen límites a la financiación de las formaciones políticas y dotan de más medios a la justicia para que se aceleren los procesos, muchos de ellos estancados durante años en unos juzgados desbordados.
«Vamos a facilitar la tarea de la justicia e incrementar las penas por corrupción (… ) Queremos fijar un plazo máximo para la instrucción», dijo Rajoy, que agregó que se destinarán más jueces, fiscales y recursos tecnológicos a luchar contra la corrupción.
Algunos jueces han alertado de que el Código Penal no cuenta con una legislación suficiente contra este tipo de delitos y han pedido un endurecimiento de las sanciones, así como mecanismos para agilizar los casos.
La imagen del PP se ha visto muy dañada por la aparición de escándalos de corrupción que han salpicado a varios de sus líderes. Los sondeos dicen que de celebrarse ahora unas elecciones previstas para dentro de un año, la formación en el Gobierno perdería la mayoría absoluta con la que llegó al poder en 2011, ante un fuerte auge de Podemos, un partido que abandera la indignación popular contra altos cargos financieros y políticos en el contexto de una profunda crisis económica.
Uno de los últimos escándalos surgió en octubre con la detención de medio centenar de sospechosos de participar en una trama de corrupción a nivel municipal, basada aparentemente en el cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones urbanísticas y energéticas. Entre ellos había seis alcaldes, cuatro de ellos del Partido Popular y uno del Partido Socialista.
IDENTIFICAR DONACIONES, LIMITAR GASTOS
Una de las medidas planteadas por Rajoy establece que los particulares no puedan hacer donaciones a los partidos políticos por encima de los 50.000 euros, y que en cualquier donación superior a 25.000 euros deberá publicarse el nombre del donante en la web de la formación.
El jefe del Ejecutivo dijo que se limitarán los gastos de representación de los altos cargos, que tampoco tendrán tarjetas de crédito para hacer frente a este tipo de gastos.
Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, dijo durante su intervención que Rajoy «no está capacitado, ni legitimado» para liderar la regeneración democrática en España, en una intervención en línea con las del resto de portavoces parlamentarios, que acusaron a Rajoy de falta de ambición en sus propuestas.
«Usted no entiende en absoluto lo que está pasando (…) estamos ante una crisis política más profunda de lo que usted está dispuesto a aceptar», señaló el secretario general del principal partido de la oposición.
DEFENSA DE ANA MATO
La dimisión de la ministra de Sanidad la víspera planeó durante toda la intervención del presidente del Gobierno en la tribuna del Congreso.
«Reconozco que en mi partido político ha habido problemas serios e importantes», dijo Rajoy en su alocución final.
En las únicas palabras en las que Rajoy se refirió a la implicación de Mato en el caso destacó, citando el auto del juez Pablo Ruz, que su implicación como «partícipe a título lucrativo» implicaba que ella ignoraba la comisión de un acto delictivo.
«Queda fuera de toda duda lo siguiente: el señor juez no ha considerado que la señora Mato haya participado en el delito o delitos a que alude en su auto, por el contrario establece que ha ignorado la comisión de tales delitos», dijo Rajoy.
No es la primera vez que el jefe del Ejecutivo comparece en el Congreso para hablar de corrupción. En agosto de 2013 dio explicaciones ante la cámara sobre el extesorero del PP Luis Bárcenas, actualmente en la cárcel por su implicación en la trama Gürtel, que pagaba presuntamente a políticos a cambio de adjudicaciones públicas.