Las dos caras de Washington y su probeta anti siria

Moscú, 15 jun (PL) La Cancillería, funcionarios del Kremlin, legisladores y politólogos rusos coinciden hoy al refutar la versión estadounidense de que las Fuerzas Armadas sirias utilizaron cantidades limitadas de armas químicas contra los opositores violentos.

El ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, consideró poco creíble ese pretexto esgrimido por Washington para justificar su apoyo directo a grupos armados sirios entre los que figuran subordinados a la red terrorista Al Qaeda.

Lavrov calificó de contradictorio el uso de esos arsenales «cuando los efectivos leales a (Bashar) al Assad logran reconocidos avances en el terreno militar», en alusión a la victoria en la ciudad de Qusseir, en el centro del país, y en otros frentes.

Se refirió a la conferencia internacional convocada por Moscú y Washington como resultado de la visita a Moscú del secretario norteamericano de Estado, John Kerry, torpedeada de manera evidente con la nueva decisión de la Casa Blanca.

Durante una rueda de prensa junto a su par italiana, Emma Bonino, Lavrov insistió en que la comunidad internacional debe renunciar a acciones que tiendan a apoyar a una de las partes en conflicto hacia la continuidad del enfrentamiento armado.

Es importante no permitir pronunciamientos o pasos que pudieran enviar señales incorrectas a las partes sirias orientadas no al diálogo sino a la continuidad de los derramamientos de sangre, dijo con el respaldo de la ministra visitante.

Asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, por su parte, tildó de poco convincente la versión de la Casa Blanca, y fue irónico al recordar el ridículo del secretario de Estado Colin Powel, quien presentó falsas pruebas en la ONU.

No quisiera establecer un paralelo con la famosa probeta de (Colin) Powell, pero los elementos presentados no parecen convincentes, aseguró el asistente del presidente Vladimir Putin.

Ushakov recordó en esos términos la probeta mostrada en Naciones Unidas en 2003 por el entonces secretario de Estado del gobierno de George W. Bush como demostración de que las tropas de Saddam Hussein poseían armas de exterminio en masa.

Sobre la base de esa mentira Washington invadió a la nación árabe, la ocupó y propició el ahorcamiento de Hussein, sin poder mostrar nunca ni una molécula de los supuestos arsenales.

Las declaraciones del funcionario del entorno presidencial ruso responden a una versión ofrecida esta semana por el consejero adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, quien evidenció las dos caras de Washington respecto a Damasco.

Ante la prensa, Rhodes atribuyó a fuentes de inteligencia la versión de que las tropas leales a Bashar el Assad emplearon en 2012 a «escala limitada pero en múltiples ocasiones» gas sarín, que causó la muerte a entre 100 y 150 personas.

El pretexto denominado en estilo mediático «la línea roja» sirvió de justificación a Rhodes para explicar la decisión del presidente Barack Obama de brindar apoyo militar a los grupos violentos sirios con reconocida subordinación a la red terrorista Al Qaeda.

Ushakov advirtió que esa ayuda estadounidense a las fuerzas irregulares atenta contra los preparativos de una segunda conferencia internacional sobre Siria, convocada por Moscú y Washington para impulsar los acuerdos del 30 de junio de 2012 en Ginebra.

Subrayó el asistente del Kremlin que el debate del tema sirio será un punto de la agenda del encuentro que sostendrán Putin y Obama el próximo lunes en Irlanda del Norte, donde coincidirán a propósito de la cumbre del grupo de las ocho naciones más industrializadas (G-8).

En consonancia con Ushakov, el jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma Estatal rusa (Cámara baja parlamentaria), Alexei Pushkov, refutó la versión de las armas químicas y la consideró una falsedad.

Los datos sobre el uso de armas químicas por parte de Al Assad son iguales de falsos que la mentira de que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Obama le sigue los pasos a Bush, denunció el diputado en su cuenta de Twitter.

Par de Pushkov en el Consejo Federal (Senado), Mijail Marguelov, sostuvo que Moscú exigirá una investigación minuciosa sobre el particular bajo los auspicios de la ONU.

Marguelov subrayó que esas pesquisas contribuirían a incrementar en grado considerable la objetividad de las conclusiones y esclarecer, en particular, cuál de las partes empleó sustancias tóxicas, si hubo tal uso, enfatizó para resaltar sus dudas.

En contraposición a los servicios secretos estadounidenses, un comité investigador especial de la ONU expresó con antelación «sospechas fuertes y concretas» de que son los opositores quienes han utilizado el gas sarín.

Más incisivo en los reproches a Estados Unidos fue el experto en temas castrenses Igor Korotchenko, quien alertó sobre los preparativos de una posible agresión directa en declaraciones a RIA Novosti.

Director de la revista Defensa Nacional, Korotchenko no descartó que Washington haya iniciado el ablandamiento psicológico para justificar una eventual invasión contra Damasco.

 

serguei

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