Tegucigalpa, 16 jun (PL) La epidemia de dengue que azota a Honduras está fuera de control y se teme que alcance cifras de infestados similares a 2010, cuando el país vivió una tragedia por esta causa.
La versión digital del diario El Heraldo analizó hoy que la presencia de la cepa mortal del virus, conocida como dengue hemorrágico, crece a un ritmo de 80 contagiados por semana, según informe de la Secretaría de Salud hasta el 1 de junio cuando se acumulaban mil 132 casos sospechosos.
Una comisión certificadora confirmó la muerte de tres personas por esta causa y se conoce que analizan igual cantidad de otros fallecidos, sobre los cuales aún no emitieron ningún veredicto, mientras el dengue clásico cobró la vida de una niña de ocho años.
Esta última cepa contaminó a seis mil 303 personas hasta principios de este mes, mientras cada semana se reportan otros 500 como promedio, según el departamento de Vigilancia de Salud.
Las zonas más afectadas son el área metropolitana de San Pedro Sula, segunda ciudad en importancia del país, y el Distrito Central de esta capital, entre ambos con más de la mitad de los casos informados.
El inadecuado trabajo de prevención que desarrollaron las autoridades de Salud colocó a Honduras en las puertas de una epidemia que incrementa la atención hospitalaria en los deteriorados y desabastecidos centros públicos, afirmó el diario.
Por esta y otras razones fue suspendida de su cargo la ministra del ramo, Roxana Araujo, y en su lugar el Gobierno nombró a una junta interventora, la cual no ha decretado la emergencia por la epidemia, pero sí duplicó de inmediato los operativos de fumigación y tratamiento del agua almacenada, aseveró la fuente.
En 2010 una epidemia de este virus dejó en el país 83 fallecidos y casi 70 mil contagiados, de ellos más de tres mil con la variante hemorrágica.
Este año el crecimiento de los contagiados comenzó en la temporada de seca y con la llegada de las lluvias se incrementó la presencia del agente trasmisor, el mosquito Aedes aegypti, por cuanto se multiplicaron las condiciones favorables para los criaderos.
Los medios hondureños ofrecen orientaciones a la población para el autocontrol de sus viviendas y locales de trabajo, en un intento por detener la epidemia.