Activistas contraatacan espionaje interno en Estados Unidos

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La Habana (PL) La Operación Troll the NSA (Boicotea la NSA) comenzó en Internet como una respuesta lógica de la ciudadanía estadounidense al espionaje interno desplegado durante años por Washington con objetivos marcados en el propio pueblo norteamericano.

El plan de activistas cibernéticos reunidos bajo el seudónimo de Anonymous y otros grupos es inundar la web con mensajes donde aparezcan las palabras «bomba», «detonación», «ántrax», «infieles» y demás vocablos supuestamente usados con regularidad por grupos extremistas.

Uno de los impulsores de la idea es el sitio digital BuzzFeed, donde los directores del proyecto Chris Baker y Mike Lacher dijeron que esperan a millones de personas unidas a la iniciativa para llamar la atención acerca del modelo poco ético de vigilancia desarrollado por Washington.

La operación principalmente dirigida contra la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) pretende saturar los mecanismos electrónicos de búsqueda e identificación de terroristas implementados por la institución federal en conjunción con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigación (FBI) y la Dirección Nacional de Inteligencia.

A inicios de junio trascendieron detalles sobre un llamado Programa PRISM, a tenor del cual el gobierno del presidente Barack Obama ha estado recolectando datos personales de millones de usuarios en la red de redes con la anuencia de empresas digitales como Facebook, Google, Yahoo o Apple.

Los organizadores de Troll the NSA opinan que «si millones de nuestras comunicaciones son ilegalmente interceptadas por la Casa Blanca, nosotros le podemos colocar una cuña de sobrecalentamiento a este maquiavélico sistema de fisgoneo».

Un gobierno no representativo como el estadounidense utilizará siempre la tecnología disponible para controlar a su principal enemigo: ese segmento de la propia población ubicada fuera de los escaques de la clase adinerada dominante, opinó el renombrado politólogo y lingüista Noam Chomsky.

Edward Snowden, el técnico una vez contratado por la CIA y ahora acusado de traidor en Estados Unidos, publicó cientos de mensajes en Internet para criticar el espionaje interno implementado por Washington contra la ciudadanía.

Snowden, quien presuntamente se halla refugiado en Asia, cobró notoriedad internacional desde principios de junio cuando entregó a reporteros británicos datos secretos sobre el sistema intrusivo de vigilancia de la NSA.

Además se confirmó que, detrás de un nombre ficticio, el analista de inteligencia estuvo difundiendo los mensajes en la web durante los ocho años que trabajó para la NSA y la CIA.

Aseguró Snowden por la vía de las redes sociales que la NSA había igualmente hackeado (acceso ilegal) computadoras de instituciones oficiales en Hong Kong y en territorio de la República Popular China desde 2009.

Según el exmilitar norteamericano, la agencia adscrita al gobierno de Washington efectuó más de 61 mil operaciones de hackeado a nivel global en una treintena de países.

Edward Joseph Snowden nació en 1983 en Carolina del Norte, fue miembro del Ejército y trabajó como experto en la nómina de la CIA, la NSA y la compañía Booz Allen Hamilton, a su vez contratada por el Departamento de Seguridad Interior.

Robert Mueller, director del FBI, confirmó que un expediente criminal había sido oficialmente abierto contra el joven de 29 años por exposición irresponsable de secretos federales.

No obstante, más de 35 mil personas del grupo de protesta cívica We the People pidieron a Obama otorgar el perdón a Snowden.

Por medio de una carta pública, unos tres mil activistas de la organización solicitaron a la Casa Blanca iniciar un debate abierto acerca del develado plan de espionaje contra civiles.

Obama fue electo en 2008 sobre todo por su promesa de que iba a restaurar la transparencia en la administración del Estado e invalidar muchas leyes polémicas dictadas durante el mandato de George W. Bush, indica la misiva de We the People.

El mandatario demócrata aclaró que no pensaba suprimir el programa de vigilancia con presuntos fines antiterroristas y por el contrario la Oficina Oval avaló el archivo de acusaciones contra Snowden.

Según el director nacional de Inteligencia, James Clapper, las filtraciones provocaron una exposición de informaciones comprometidas, afectan los métodos de seguimiento aplicados por el gobierno y sirven de guía profiláctica para los enemigos de Washington.

«No tengo intención de esconderme, no he hecho nada malo. Gran parte de lo que fui testigo en Ginebra (desde una oficina de la CIA) me desilusionó acerca de mis funciones para el gobierno y sobre cuál era su impacto en el mundo», subrayó Snowden.

Igualmente trascendió que alrededor de 1,7 millones de personas tienen permiso de acceso a datos gubernamentales secretos en Estados Unidos, incluyendo unos 776 mil sujetos que no están registrados como empleados federales.

Acorde con un reporte de la Dirección Nacional de Inteligencia, esas estadísticas fueron confirmadas en octubre de 2012 y cobran relevancia hoy tras el escándalo por la filtración de información en la Agencia de Seguridad Nacional.

El proceso para obtener estas licencias especiales solo demora dos años y paradójicamente los empleados jóvenes tienen más oportunidades de lograrlas que los de mayor edad, comentaron analistas en la prensa norteamericana.

Casi 12 mil trabajadores de Booz Allen, el 49 por ciento de la plantilla de la empresa subcontratada por el Pentágono, tienen libertad de acceso a datos oficiales secretos, según una comisión federal de investigación.

En junio la Cámara de Representantes convocó a la primera audiencia parlamentaria para analizar el caso de las filtraciones gubernamentales, mientras Obama insiste en argumentar que su administración no espía a civiles, solo busca información sobre conspiraciones terroristas.

En entrevista con el diario The Guardian, Snowden se reveló como la fuente de la filtración. Afirmó que la Agencia de Seguridad monitorea el correo electrónico o el tráfico de Internet de virtualmente todos los estadounidenses, y otros ciudadanos en una treintena de países.

Explicó que pretendía que el mundo conociera las acciones del gobierno en Washington. Aun si no estás haciendo nada malo, estás siendo visto y grabado, subrayó.

Entretanto, la NSA informó que está considerando nuevas políticas para evitar que en el futuro el sistema sea perjudicado por nuevas filtraciones como la protagonizada por Snowden.

El director del organismo, Keith Alexander, dijo al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que la Agencia planea reducir el número de administradores de redes con cartas de acceso total para reducir el riesgo de fugas de datos confidenciales.

Al parecer para cada plan conspirativo de Estados Unidos hay un hombre con una dosis de honestidad: Daniel Ellsberg (Los Papeles del Pentágono), Bradley Manning (colaborador de WikiLeaks) y Edward Joseph Snowden, quien pasará a la historia por desenmascarar a la NSA.

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