París, 25 jun (PL) La Asamblea Nacional de Francia someterá hoy a votación la ley contra la corrupción, destinada a prevenir escándalos de fraude y evasión fiscal como el protagonizado por el exministro de Presupuesto, Jerome Cahuzac.
Esa normativa forma parte de las medidas anunciadas por el presidente François Hollande para atenuar el impacto causado por las revelaciones de que el funcionario poseía una cuenta secreta de 600 mil euros en un banco en el extranjero.
Una de las medidas más controvertidas de la iniciativa es la obligación de los diputados, senadores y alcaldes de las grandes ciudades de presentar una declaración de todos sus bienes, la cual será controlada por una autoridad especial al inicio y final de su mandato.
La difusión del patrimonio personal causó rechazo en varios sectores políticos, inclusive dentro de las filas del gubernamental Partido Socialista (PS), lo cual obligó a modificar el texto original.
En la ley que será votada este martes se mantiene la obligación de declarar y el derecho de los ciudadanos de consultar esos documentos en las prefecturas locales, pero se prohíbe la divulgación de su contenido.
La normativa también fijará las profesiones cuyo ejercicio estará vedado a los funcionarios electos mientras ejerzan su cargo, para evitar posibles conflictos de intereses.
Respecto a los delitos de evasión y fraude fiscal, se prevé endurecer las penas contra los culpables, así como incrementar los controles sobre los denominados paraísos fiscales y la creación de un procurador especial para investigar estos casos.
De acuerdo con cálculos preliminares, Francia pierde cada año entre 40 mil y 80 mil millones de euros debido a la evasión de impuestos.
La ley debe aprobarse por la mayoría absoluta del PS en la cámara baja y el apoyo de otras agrupaciones, como Europa Ecología Los Verdes e, incluso, el Frente de Izquierda, a pesar de considerar esta agrupación como insuficientes las medidas adoptadas para garantizar la transparencia.
El endurecimiento de la lucha contra la corrupción formó parte del plan de trabajo propuesto en la campaña presidencial de Hollande, sin embargo el proceso debió acelerarse tras el escándalo Cahuzac, que dio al traste con la promesa del mandatario de construir una «República ejemplar».