Documental de Diane Torr es un laboratorio de cambio de roles

CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- 
¿Qué es ser un hombre? ¿Qué define a una mujer? ¿De dónde nos vienen los roles en los que nos desenvolvemos todos los días?
Ser un hombre por un día. ¿A qué conduce un experimento de tal naturaleza? La amistad de Katarina Peters y Diane Torr ha cruzado océanos. A lo largo de los años, las ha mantenido unidas en sueños, proyectos y convicciones que han sabido complementar. Desde el arte, ambas han construido un poderoso instrumento de reflexión que rebasa el ámbito de lo estético para incidir en problemáticas de género, de comunicación e identidad.

“En 2006 decidimos que era el momento de hacer este registro visual, ya que Diane ha hecho este trabajo durante 20 años en el que he participado, y habíamos discutido que sería bueno compartir esta experiencia con un público más amplio. Adquieres una idea nueva, un nuevo concepto de cómo el género es creado en la sociedad”, refiere Katarina, quien desde Europa se ha mantenido en contacto permanente con su amiga Diane Torr, quien vivió durante 30 años en Nueva York.

A man for a day llegó por primera vez a México. Un documental de poco más de dos horas que narra las experiencias vividas por un grupo de mujeres que en Berlín decidió participar en el taller de Diane Torr para encarnar su idea de hombre o… a su hombre ideal.

Uno de los propósitos iniciales era apartarse de clichés y de prejuicios respecto a lo que nos define como mujeres, como hombres. A partir de ahí, cada una de las integrantes de esta especie de hermandad, salió a las calles a encontrar la masculinidad más a fin a su feminidad.

El documental A man for a day no se limita a registrar la transformación física indispensable de cada participante. En un espacio neutro, blanco, muy amplio, algo así como una bodega o un laboratorio, cada una se esforzó por despojarse de etiquetas. Fue entonces que la voz, el guiño, la actitud, coincidieron con la barba, el bigote y las cejas postizas. Y éstos a su vez, con el sombrero, el saco, los mocasines o tenis.
 
Taller, mujer y hombre por un día
“Y mi intención dando este taller de hombre por un día y también de mujer por un día es disociar estas identidades preconcebidas de lo que es un hombre y una mujer para cuestionarnos de nuevo lo que significa tener estos roles, nos explica Diane. “Hay mucho que hacer para tener una mejor comunicación como seres humanos, no es solo cuestión de mujeres y hombres, sino como seres humanos… más allá de géneros… Sí, más allá de géneros, porque como seres humanos tenemos un rango de emociones, de comportamientos, pero como hombre sólo se te permiten ciertas emociones, como la ira, un poco de felicidad, pero no demasiada”.

En cuanto al tratamiento visual, Katarina ideó escenas con cámara infrarroja, para llevar a las mujeres a pensarse como organismos unicelulares. “Mi trayectoria es el arte, así que tuve algunas ideas que desarrollé, como filmar una escena que ocurre en la oscuridad con cámara infrarroja para ver cómo esta mujer se convierte en un organismo unicelular, pasa por todas las etapas de evolución, así que hay momentos de cierto acercamiento artístico más allá del documental tradicional y creo que ese es un toque especial de la película. Me gustó tener un espacio muy amplio, un espacio sin género como un laboratorio al que entran las mujeres como parte del taller y ellas leen esa identidad femenina en un espacio blanco sin nada que  te recuerde, nada que asocies con lo masculino o situaciones femeninas, como una cocina”, explica Katarina.
 
Conciencia de lo deseado 
Dar pasos hacia atrás a veces resulta indispensable para ubicarse en el contexto actual, que no es sino resultado de lo construido previamente. Porque hoy en día, muchas mujeres jóvenes viven y gozan de derechos por los que sin saberlo o recordarlo, otras mujeres, sus antecesoras, lucharon durante los años sesenta y setenta del siglo pasado. “Ahora las mujeres jóvenes toman muchas cosas por descontado, como un hecho, pero aun hay muchas cosas de las que hay que tomar conciencia de su significado: ¿Por qué siempre trato de ser amable con todo mundo, por qué sonrío todo el tiempo, por qué siempre me esfuerzo por ser amable y trato de que todos me quieran, en lugar de tomar distancia, esperar y observar más y tener una mejor idea de lo que quiero compartir? y con este taller puedes explorar eso”, nos explica Katarina.

“Con este documental cuentas con una iniciación en estas ideas y creo que todo el mundo en la audiencia, sin tener que participar en el taller, puede aprender sobre esto, viéndolo en una sala de cine o por televisión , para luego salir a la calle y empezar a observar a mujeres en el rol de hombres», concluye Katarina.
Con A man for a Day, Diane ha recorrido el mundo. Sin embargo, ésta es la primera vez que llega a México, a iniciativa del Instituto Goethe, en donde se realizó una primera proyección, seguida de otra función en la Cineteca Nacional. Su otra experiencia en Latinoamérica fue en Brasil.

Llamó mi atención, la reacción de interés por participar en una experiencia similar de varias jóvenes que asistieron a la proyección realizada en el Instituto Goethe. De inmediato, al final del documental, Diane y Katarina fueron literalmente bombardeadas con preguntas de las y los asistentes, quienes complacidos y sorprendidos, pidieron a Diane que repitiera la experiencia más de una vez en México.

Este 29 y 30 de junio, Diane Torr ofreció un taller para un reducido grupo de mujeres radicadas aquí en la Ciudad de México.

Este experimento, basado en el cambio de roles, que reflexiona sobre las identidades masculina y femenina, y en el poder que conlleva estar de un lado o del otro fue visto también en Guadalajara, Jalisco.man for a day

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