Cumbre del Mercosur podría tratar agravio a Evo Morales

Montevideo, 8 jul (PL) El llamado «Caso Snowden» y el agravio al presidente boliviano Evo Morales podrían imponerse en la ya recargada agenda de la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) que sesionará aquí esta semana.
Los mandatarios de los países integrantes y asociados, así como los invitados especiales, se reunirán este viernes, ocasión en que Uruguay traspasará a Venezuela la presidencia pro témpore del bloque, pese a las críticas de Paraguay, miembro suspendido desde el año pasado.
La cancillería uruguaya confirmó la realización de la cumbre, postergada desde el pasado 28 de junio, la asistencia de los jefes de Estado de los países miembros y la entrega de la presidencia semestral a Venezuela.    Paraguay no estará representado, según anunció el gobierno entrante de ese país, alegando que le corresponde la presidencia del bloque, pero expresó que espera que esta cumbre acuerde su reincorporación al Mercosur.
Para ello, existiría consenso luego de las elecciones generales paraguayas, pero el tema viene ocupando las conversaciones diplomáticas de varias cancillerías y es probable que los mandatarios se pronuncien al respecto.
Pero, también valorarán el proceso de adhesión iniciado por otros países, como Bolivia, Ecuador y Surinam.
Algunos funcionarios diplomáticos vinculados a los preparativos de esta Cumnbre del Mercosur consideran que seguramente habrá un debate sobre el agravio al presidente Morales por cuatro países europeos.
Sobre este punto, el mecanismo integracionista ya adelantó en un comunicado su condena a lo que llamó «grave ofensa» contra Bolivia y contra todo el Mercosur, a la vez que demandó una pronta aclaración y las correspondientes excusas.
El avión ejecutivo en que viajaba Morales de regreso a La Paz procedente de Moscú fue obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Austria porque los gobiernos de Francia, Italia, Portugal y España prohibieron de pronto el permiso para que volara sobrer sus territorios.
El texto resaltó que esos actos inamistosos e injustificables son «incompatibles con las prácticas internacionales, las normas de buena convivencia entre naciones soberanas y el derecho internacional».
Aún más grave, subrayó, es que han puesto en serio riesgo la seguridad del jefe de Estado boliviano y la de su comitiva.
La prohibición de aterrizaje y sobrevuelo del avión presidencial boliviano se adoptó en el marco de los intentos del gobierno de Estados Unidos de capturar al exanalista de la CIA, Edward Snowden, quien habría pedido asilo a varios países, incluida Bolivia.
El tema se insertó así en los medios uruguayos y, al parecer también en los preparativos de la cumbre, cuando la senadora Lucía Topolansky recordó que «Uruguay, tradicionalmente, ha sido un país de asilo».
La dirigente política y también esposa del presidente José Mujica se limitó, ante preguntas periodísticas, a opinar que -de producirse un eventual pedido de asilo en Uruguay- «habría que estudiar el caso».
«No tengo la menor idea porque no estoy muy interiorizada de las pautas del derecho internacional», admitió, pero agregó: «los países son libres de dar asilo al que quieran, cada país tiene su protocolo y toma sus decisiones y nadie tiene por qué meterse en la soberanía de los países».

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