Evo Morales y el servilismo europeo a Estados Unidos

La Paz (PL) La negación del permiso de vuelo y operaciones al avión presidencial de Bolivia por los gobiernos de varias naciones europeas volcó la atención mundial a las relaciones entre el país del altiplano y los implicados en el llamado bloqueo aéreo.
La aeronave, con Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, a bordo, había abandonado Rusia y regresaba a Suramérica, cuando los gobiernos de Italia, Portugal, España y Francia denegaron el permiso de sobrevuelo, otorgado con anterioridad, por lo cual el aparato tuvo que buscar un aeropuerto alternativo, ante presiones por falta de combustible.
El avión realizó entonces un aterrizaje de emergencia en Viena, Austria, donde permaneció el jefe de Estado por 14 horas, en espera de una nueva autorización para volver al país, un tiempo en el cual se produjeron hechos demasiado llamativos como para pasarlos por alto.
Según el propio presidente Evo Morales, durante su estancia en Viena se le acercó varias veces el embajador español en aquel país, Alberto Carnero, con el objetivo de que el mandatario accediera a una requisa de su avión como condición para el país ibérico expedir de nuevo el permiso de sobrevuelo.
Carnero necesitaba comprobar si el ex agente estadounidense Edward Snowden, buscado por Washington y quien se encontraba para entonces en Moscú, era uno de los pasajeros a bordo del aparato o no, aunque no lo dijo abiertamente.

LA RAZûN PRINCIPAL, SEGÚN EL CANCILLER ESPAÑOL
Desde que los referidos países negaron el paso del avión presidencial, autoridades bolivianas acusaron a Estados Unidos de estar detrás de las referidas acciones, incluso el vicepresidente, Alvaro García Linera, consideró a esas naciones como las nuevas colonias.
España, que llevó la voz cantante por su cercanía con la región, rechazó que Estados Unidos estuviera detrás de los hechos, incluso, en algún momento, negó que se hubiera retirado el permiso de vuelo, en una franca contradicción con lo expresado por el canciller Juan Manuel García-Margallo, quien, sin embargo, confesó que se buscaba a Snowden.
García-Margallo confesó que su gobierno recibió información confidencial de que Snowden iba a bordo de la aeronave, lo cual reafirma las sospechas de la persecución del ex agente como la causa por la que se le negó el permiso de vuelo a Morales, además de despejar dudas sobre la presencia detrás de todo de Washington.
Trabajamos con información que nos llega y una de esas notas de inteligencia decía que Snowden iba a bordo, confesó el canciller español, en unas declaraciones que borran cualquier atisbo de dudas sobre las verdaderas intenciones de la posición de los respectivos gobiernos.

REPUDIO EN BOLIVIA, SOLIDARIDAD EN LA REGIûN
La posición de los cuatro países encontró rápida respuesta en Bolivia y mientras el canciller, David Choquehuanca, y Alvaro García Linera condenaban las acciones y llamaban a la solidaridad de la comunidad internacional, organizaciones sociales se declararon en vigilia en respaldo al presidente.
La embajada de Francia fue sede de una vigilia que duró 24 horas, hasta que la aeronave tocó tierra en el aeropuerto de la ciudad de El Alto, mientras los campesinos y otras organizaciones manifestaban su respaldo incondicional al jefe de Estado.
Sobre los hechos, el senador René Martínez declaró en exclusiva a Prensa Latina que la posición de Europa constituye un hecho condenable y sienta un mal precedente, con trazas de criminalidad.
«Lo ocurrido es un hecho condenable, un mal precedente, que, además, tiene trazas evidentes de criminalidad. Si el avión presidencial hubiese estado con limitaciones de combustible, esto podía haber generado un riesgo de consecuencias funestas en la vida de nuestro presidente, Evo Morales», destacó.
Martínez insistió también que la prohibición al avión presidencial de sobrevolar el espacio aéreo de varios países europeos y realizar operaciones «constituye una violación flagrante a las normas de la diplomacia internacional, como son la Convención de Chicago y la Convención de Viena».
«Creo que no puede ponerse en riesgo la vida de un presidente solo por un comentario que a estas alturas resulta ser una mentira de justificación, que tiene nombre y apellido y es responsabilidad del gobierno estadounidense, lamentablemente con la complicidad de Portugal, España, Italia y Francia».
Martínez criticó la posición de los gobiernos de los referidos países y aseguró que «lamentablemente, los colonizadores de ayer son los colonizados hoy, obedeciendo y subordinados a los intereses norteamericanos, que ha permitido esta flagrante violación de normativas internacionales».
«Todo esto va a tener un alto costo político, porque a estas alturas es un hecho criminal el negar el uso del espacio aéreo a una misión oficial que, con absoluta normalidad y el derecho que nos asiste a todos los ciudadanos en el mundo, se trasladaba de un evento internacional hacia su propio país», resaltó el senador.

LA CUMBRE EN APOYO A EVO
A la campaña internacional de respaldo a Evo Morales se sumó la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que realizó una cumbre en Cochabamba con la participación de cinco jefes de Estado del bloque, sin contar al boliviano.
Tres de los presidentes, el ecuatoriano Rafael Correa, el venezolano Nicolás Maduro y la argentina Cristina Fernández participaron antes en un acto de desagravio a Morales, celebrado en el coliseo de La Coronilla, en la referida ciudad.
La cumbre aprobó la llamada Declaración de Cochabamba, la cual denunció ante la comunidad internacional y los diferentes organismos internacionales y multilaterales «la flagrante violación de los Tratados Internacionales que rigen la convivencia pacífica, solidaridad y cooperación entre nuestros Estados».
Firmada por los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Argentina, Cristina Fernández; Uruguay, José Mujica; Venezuela, Nicolás Maduro; Ecuador, Rafael Correa; y Suriname, Desiré Bouterse, la declaración condena «el atropello y las prácticas neocoloniales que aún subsisten en nuestro planeta en pleno siglo XXI».
También resaltó «la falta de transparencia sobre las motivaciones de las decisiones políticas que impidieron el tránsito aéreo de la nave presidencial boliviana y su presidente».
Al mismo tiempo, denunció «el agravio sufrido por el presidente Evo Morales, que ofende no solamente al pueblo boliviano, sino a todas nuestras naciones», y «las prácticas ilegales de espionaje que ponen en riesgo los derechos ciudadanos y la convivencia amistosa entre las naciones».
Por otra parte, el documento declara «que la inaceptable restricción a la libertad del presidente Evo Morales, convirtiéndolo virtualmente en un rehén, constituye una violación de derechos no solo al pueblo boliviano, sino a todos los países y pueblos de Latinoamérica y sienta un peligroso precedente…».
El texto rechaza las actuaciones claramente violatorias de normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los jefes de Estado, en tanto exige a los gobiernos de los países mencionados explicar las razones de su decisión.

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