Adquisición de armas de fuego crece a un ritmo alarmante en EE.UU.

Washington, 18 jul (PL) Los ciudadanos norteamericanos adquieren armas de fuego a un ritmo alarmante, lo que muestra el arraigo de la cultura de la violencia en Estados Unidos, señala hoy un editorial del diario The New York Times.
Más de ocho millones de personas poseen permisos para portar armas, según un estimado conservador de la Oficina de Supervisión del Gobierno, subordinada al Congreso del país norteño.
Las autoridades del estado de Florida emitieron en 2012 más de 173 mil permisos para llevar armas ocultas, cifra cinco veces superior a los otorgados cinco años atrás, lo que significa que más de un millón de personas en el sureño territorio están armadas y listas para usar esos artefactos, agrega el Times.
Esta tendencia no es menos pronunciada en 12 estados que concedieron más de medio millón de licencias en 2012, un incremento con pocas posibilidades de revertirse.
Otras seis demarcaciones aprobaron leyes más estrictas de control de armamentos tras la masacre en una escuela de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012 que provocó la muerte a 20 niños y seis adultos.
Sin embargo, en 20 territorios los cabilderos que defienden la tenencia de esos medios impidieron la aprobación de medidas similares y lograron debilitar las leyes locales acerca de la posesión de armamentos.
Bajo la presión de esas organizaciones e individuos, la legislatura del estado de Illinois aprobó una ley que permite portar un número ilimitado de armas o municiones a cualquiera que posea una licencia para ese tipo de artefactos.
Por otra parte, los legisladores de Mississippi fueron más lejos al aprobar un estatuto que permite a los adultos portar armamentos a la vista pública sin necesidad de una licencia, concluye el editorial.
A principios de 2013 el presidente Barack Obama inició una campaña en el Congreso para limitar la posesión de armas de fuego, pero sus esfuerzos fracasaron después que no se alcanzaron en el Senado los 60 votos necesarios para llevar adelante un proyecto sobre los llamados chequeos de antecedentes a los compradores de esos artefactos.
Grupos conservadores como la Asociación Nacional del Rifle, así como congresistas republicanos en ambas cámaras del Capitolio se oponen a medidas que restrinjan el acceso de los estadounidenses a las armas de fuego.
Ante el fracaso de algunas de las propuestas sobre el tema, una gran parte de la controversia al respecto se trasladó a los estados, donde las legislaturas enfrentan serios obstáculos para regular la tenencia de esos medios en sus respectivos territorios.

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