Terremoto político en la derecha chilena

Santiago de Chile, 18 jul (PL) A cuatro meses de las elecciones presidenciales, la  derecha chilena padece un terremoto político, tras la sorpresiva renuncia de su candidato Pablo Longueira, a causa de un cuadro de depresión.
Ante el inesperado abandono, anunciado la víspera, los partidos de la alianza gubernamental de derecha, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), barajan alternativas para llenar al agujero dejado por Longueira, en una carrera contra reloj.
Los líderes de la UDI y RN, al conocerse la noticia, se negaron a definir cuál sería la solución, y se limitaron a decir que cada agrupación queda en libertad de definir sus aspirantes, sin precisar la convocatoria a nuevas  elecciones primarias, o si cada partido llevará un candidato a la competición presidencial del 17 de noviembre próximo, como ocurrió en 2006.
Longueira ganó las primarias de la derecha el 30 de junio último, victoria que lo convirtió en el candidato de la alianza, para enfrentar en noviembre a la expresidenta Michelle Bachelet, la carta del pacto opositor Nueva Mayoría, y a aspirantes de otros partidos e independientes.
Pese a que entró tarde en la carrera por llegar a La Moneda, al sustituir como candidato de la UDI al extitular de Obras Públicas Laurecen Golborne, Longueira logró derrotar al aspirante de RN, Andrés Allamand, con el 51,37 por ciento de los sufragios, ante el 48,62 de su rival.
Longueira, de 54 años de edad y extitular de Economía del Gobierno de Sebastián Piñera, inició su carrera política durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
La noticia del abandono de Longueira, recibida como balde agua fría en las filas del oficialismo, la dio uno de sus hijos, Juan Pablo, quien informó que por razones de enfermedad, su padre desistía de mantener la candidatura.
«Nuestro padre se encuentra enfermo», expresó el joven ante periodistas, tras precisar que luego del triunfo en las primarias su salud se deterioró «producto de un cuadro de depresión medicamente diagnosticado». Uno de los hijos adolescentes del político padece de cáncer.
La UDI ha tenido que atravesar un camino espinoso en esta contienda electoral, ya que antes de que Longueira izara bandera blanca, sufrió el abandono de Golborne, obligado a echarse a un lado en medio de escándalos, por no declarar bienes en el exterior y por su gerencia frente a una empresa cuestionada por abusar de los consumidores.
Del otro lado, luego de su aplastante victoria en las primarias del bloque opositor Nueva Mayoría con un 73 por ciento de los sufragios, la expresidenta Michelle Bachelet consolidó su camino hacia un segundo capítulo en La Moneda.
Bachelet, quien gobernó de 2006 a 2010, se impuso cómodamente ante Claudio Orrego, de la Democracia Cristiana, José Antonio Gómez, del Partido Radical Social Demócrata y Andrés Velasco, independiente.
La exmandataria,  además del respaldo de sus correligionarios del Partido Socialista, recibió el apoyo de los partidos por la Democracia, Comunista, Izquierda Cristiana y del Movimiento Amplio Social.
Los comicios primarios evidenciaron que tres de cada cuatro chilenos que votó lo hizo a favor del bloque Nueva Mayoría.
De acuerdo con los números, el pacto recibió poco más de dos millones de sufragios, y dentro de esa agrupación, Bachelet por sí sola, ganó más de un millón 500 mil votos.
En el otro bando, Longueira y Allamand en su conjunto, solo alcanzaron  806 mil boletas.
Luego de difundirse la renuncia de Longueira a la carrera por La Moneda, el presidente Sebastián Piñera emitió un mensaje, en el cual llamó a las fuerzas de la derecha a mantener la unidad.
«Hoy no es tiempo de pequeñeces, ni de divisiones. Todo lo contrario, es tiempo de unidad, tiempo de grandeza, es tiempo de generosidad», indicó el mandatario.
La más reciente encuesta de cara a las elecciones presidenciales, realizada por la Universidad del Desarrollo y divulgada el 13 de julio, arrojó que si los comicios fueran ese día, Bachelet recibiría el 39 por ciento de los votos, frente al 25 por ciento de Longueira.
El estudio situó en tercer lugar al candidato del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, con siete por ciento, seguido del independiente Franco Parisi (seis por ciento), y de Marcel Claude, por el Partido Humanista (dos por ciento).

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