París, 20 jul (PL) La calma retornó hoy a la comuna francesa de Trappes tras una noche de protestas y disturbios originados por un control policial a una mujer que llevaba el tradicional velo musulmán en el mes del Ramadán.
La víspera entre 200 y 400 personas se concentraron frente a la comisaría de esa localidad, ubicada en el departamento de Les Yvelines, para rechazar el arresto de un hombre que defendió a su esposa ante la actuación de la policía.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los manifestantes y éstos respondieron con piedras e incendiaron dos contenedores de basura.
Varias personas resultaron heridas en los enfrentamientos, entre ellos un adolescente que recibió un proyectil y fue trasladado al hospital.
La policía acusa al esposo de oponerse al control de su mujer, mientras que la familia denuncia haber recibido un trato injusto y agresivo de parte de los agentes.
«Ellos nos gritaron como si fuésemos perros», denunció la mujer que portaba el velo musulmán.
El Colectivo contra la Islamofobia llamó a las fuerzas del orden a cumplir su misión de proteger a la ciudadanía, en vez de agredirla, y cuestionó al ministro del Interior, Manuel Valls, por este incidente.
En Francia está prohibido llevar en lugares públicos el velo integral (burka y Niqab, que cubren de la cabeza a los pies) por una ley aprobada en 2010, durante el gobierno del presidente Nicolás Sarkozy. Esta legislación impone multas de hasta 150 euros a las mujeres con el velo y originó protestas de la población musulmana, que asciende a casi seis millones en el país galo.