Camioneros colombianos al paro en agosto, las protestas crecen

Bogotá, 21 jul (PL) Transportadores colombianos de carga por carretera se sumarán al paro del sector agrario convocado para el 19 de agosto, ante los incumplimientos del Gobierno a sus demandas, formuladas desde hace varios meses.
Tras una reunión la víspera de dos horas, en la norteña ciudad de Medellín, la presidenta de la Asociación de Transportadores de Carga, Alejandra Baquero, dio a conocer la posición del gremio.
Vamos a detener los vehículos, dijo, ante la falla reiterada de los compromisos asumidos por las autoridades en temas como el precio de los combustibles, el descontrol continuado del ACM (aceite para motores) y los fletes.
Nuestra postura está más que definida, puntualizó Baquero. Vemos como los incumplimientos del gobierno persisten y se extienden a todos los sectores de la economía.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros, Pedro Aguilar, sostuvo que el silencio oficial tras las promesas ante reclamos fundamentales como la reposición del parque automotor es una de los principales descontentos del gremio transportador del país.
Los camioneros fueron uno de los primeros sectores en integrarse a la huelga nacional de los caficultores del pasado 25 de febrero al 8 de marzo, que paralizó la producción del grano en el país y dejó pérdidas ascendentes a dos mil millones de pesos (un millón 109 mil 262 dólares), en solo 12 días.
En recientes declaraciones a la prensa, el Movimiento por la Dignidad Cafetera planteó que el 90 por ciento de los acuerdos firmados en aquella ocasión para poner fin a esa huelga no se han cumplido.
La solución es reiniciar las protestas y bloqueos de vías, a contrapelo de gases lacrimógenos y otras medidas represivas de la fuerza pública, aseguran.
En tanto, las protestas de los mineros y los campesinos del Catatumbo se mantienen al rojo vivo, mientras el presidente Juan Manuel Santos afirma que no le temblará el brazo a la hora de ordenar a la fuerza pública reprimir las manifestaciones al costo que sea y actuar con crudeza para desbloquear las vías.
Las crisis y estallidos sociales son una constante en estos días en Colombia. A juicio de analistas, a tres años de su mandato, Santos no había vivido una situación de la intensidad y el dramatismo registrado en estas semanas.
El saldo son 40 días de efervescencia creciente en el Catatumbo y el aeropuerto del Quibdó, capital del norteño departamento del Chocó -uno de los mas desfavorecidos por la miseria y el abandono estatal-, tomado por los manifestantes.
Para el especialista Alejo Vargas, de la Universidad Nacional, el manejo que el gobierno le ha dado al paro «ha sido muy malo». En un acto extremo, denunció una supuesta vinculación del senador Jorge Enrique Robledo con las manifestaciones en 18 departamentos del país.
Robledo calificó el alegato como un acto de desesperación de Santos ante un situación que lo desbordaba.
El congresista por el Polo Democrático, Ivan Cepeda, advirtió, por su parte, que la respuesta del gobierno a las protestas no puede ser la estigmatización y el uso desproporcionado de la fuerza.
Ante eso se impone, sostuvo, atender a las necesidades y derechos de estas poblaciones en materia de inversión, programas de desarrollo, educación e infraestructura.

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