En Brasil papa Francisco desea mostrar una iglesia renovada

Rio de Janeiro, 21 jul (PL) En su primera visita a Brasil como papa, Francisco presidirá la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) e intentará mostrar una nueva imagen con miras a recuperar la pérdida de fieles sufrida en los últimos años.

El Sumo Pontífice llegará mañana a esta urbe a las 16:00 hora local (19:00 GMT) y será recibido poco después por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en el Palacio Guanabara.

Este será el segundo encuentro de Rousseff con el Papa, con quien se reunió en una primera ocasión en marzo último en el Vaticano durante una audiencia.

Para el gobierno de Brasil, la visita de la máxima autoridad de la Iglesia católica constituye un hecho «histórico» para una América Latina marcada por los problemas del hambre y la pobreza.

Francisco participará en actividades por la JMJ, que se iniciarán mañana y terminarán el domingo próximo con la asistencia de casi dos millones de peregrinos de todos los continentes.

Según la agenda oficial, el Pontífice se trasladará el miércoles próximo al santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en el vecino estado de Sao Paulo, donde presidirá la Santa Misa.

Almorzará con obispos y discípulos de la provincia en el Seminario del Buen Jesús de Aparecida y en su retorno a Río de Janeiro visitará el hospital de San Francisco de Asís de la Providencia.

El jueves próximo recibirá las llaves de esta urbe y bendecirá las banderas olímpicas en el Palacio de la Ciudad y recorrerá la favela del Complejo de Manguinhos, una de las zonas más pobres de Rio de Janeiro.

Posteriormente, en la playa Copacabana se celebrará una fiesta con los asistentes a esta Jornada Mundial de la Juventud católica.

Un día después, el papa confesará a cinco jóvenes en el parque de la Quinta de Boa Vista, se reunirá con reclusos en el palacio arzobispal de San Joaquín, rezará el ángelus en horas del mediodía y en la noche participará en Vía Crucis en Copacabana.

El sábado se celebrará la Santa Misa con los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro y en la noche tendrá lugar la vigilia de oración con los asistentes a esta JMJ en el Campus de Fe de Guaratiba.

Francisco presidirá el domingo la Santa Misa en dicho campo y antes de abandonar Río sostendrá un encuentro con el Consejo Episcopal Latinoamericano en el Centro de Estudios de Sumaré.

Con esta JMJ el Vaticano y en especial el Papa intentarán mostrar una nueva imagen renovadora, alejada de escándalos, con miras a recuperar la pérdida de fieles, que Brasil cayó del 64 por ciento, fijada en 2007, al 57 por ciento este año, según una encuesta de Datafolha.

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