Río de Janeiro, 27 jul (PL) Miles de fieles salieron hoy desde el centro de esta ciudad hasta la playa de Copacabana bajo una pertinaz llovizna para participar en la Vigilia de esta tarde, que presidirá el papa Francisco.
Se trata de un recorrido de 9,5 kilómetros hasta la playa, donde los jóvenes esperan pasar la noche, lo cual motivó el desplazamiento de tropas del ejército y miles de efectivos de seguridad para garantizar la tranquilidad en esa zona.
Los peregrinos participarán en la Vigilia y en la misa de Envío de mañana, que pondrá fin a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica, iniciada el martes último.
Noticieros de varios canales de televisión mostraron imágenes de una multitud de personas, que instala casas de campaña o simplemente se acomoda sobre la arena de la playa de Copacabana para realizar la velación convocada por la iglesia católica.
En este contexto, el papa inició su jornada con una misa con todos los obispos y sacerdotes de la JMJ, en su sexto día en Brasil, donde instó al clero a salir a las calles y visitar barrios de la periferia y servir a los más pobres y necesitados.
«No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio», afirmó en pontífice, quien de esta forma intenta atraer a los brasileños que durante los últimos años perdieron la fe en la iglesia católica.
Francisco pidió a curas, monjas y obispos pensar menos en sus carreras y escuchar más los gritos de los hambrientos de necesidades tanto materiales como espirituales.
Tras esta ceremonia religiosa celebrada en la Catedral Metropolitana de Río de Janeiro, el santo padre se trasladó al Teatro Municipal, donde se reunirá con dirigente de este país.
Posteriormente, almorzará con los cardenales de Brasil, la comitiva papal y los obispos de la región, y en la tarde encabezará la vigilia de oración ante lo jóvenes, en el escenario instalado en la playa Copacabana.