Cuerpos de hule danzaron en el Palacio de Mármol

 México, (N22).- 
Decenas de personas de todas las edades acudieron ayer a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, con el objetivo de dejarse seducir hasta ser cautivados porGroovething, una coreografía del vietnamita Dam Van Huynh, en conmemoración del segundo aniversario del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) y dirigida por Raúl Parrao.

Eran aproximadamente las 17:15 horas cuando las luces del teatro se apagaron, anunciaban el inicio de la obra, los espectadores atentos al levantamiento del telón, era la escenografía de dos grandes montañas que al subirlas cambiaron de color.

Inmediatamente una canción de comenzó a sonar, el escenario se iluminó con una luz tenue, fue entonces cuando aparecieron nueve bailarines, todos ellos parados en línea recta, formando una fila y con los pies ligeramente abiertos, dirigiendo su mirada hacia el público, simulando ser soldados, uno de ellos anunciaba con un megáfono de forma sarcástica y alegre las reglas que debe cumplir un artista. Después todos se tiraron al suelo.

Minutos después apareció un bailarín en el gran escenario, moviendo su cuerpo de tal forma que parecía contorsionarse, piernas y torso se volvieron de hule, se asemejaba a una liga de gran dimensión.

Provocando emociones y miradas de asombro, poco a poco fueron apareciendo cada uno de los bailarines, juntándose en parejas, caminado, bailando, corriendo y aventándose al piso como si fuera un colchón de algodón. Cada movimiento reflejaba la libertad de expresión, inspirándose en la vida cotidiana, explorando su cuerpo y su relación con el tiempo y el espacio.

El escenario del también llamado Palacio de Mármol lució de tal forma, que la iluminación transportó al público a una atmósfera moderna, a sentir e imaginar el baile más allá del arte, sin dejar atrás la fascinante mezcla de la música de Jamie Hamilton, que se combinaba entre sonidos lentos y rápidos.
Transcurrió el tiempo, que en realidad se convirtió en minutos de entretenimiento y alegría, eran ya las 18:00 horas, cuando los danzantes terminaron de bailar y cerraron el escenario con su agradecimiento hacia el público, quien aplaudió incansablemente hasta el cansancio.

 

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