Managua, 30 jul (PL) El Subsecretario Adjunto de Comercio para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Walter Bastian, sostendrá hoy una reunión con directivos de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua.
Durante su estancia en este país, a donde llegó la víspera, el funcionario norteño dialogará también con el asesor presidencial para asuntos económicos y financieros, Bayardo Arce, y con el ministro de Fomento, Industria y Comercio, Orlando Solórzano.
Este lunes Bastian fue recibido en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores por el titular de esa carpeta de gobierno, Samuel Santos, quien le dio la bienvenida a este país en nombre del gobierno sandinista y del pueblo nicaragüense.
En el ámbito de la cita el canciller aseguró que Nicaragua seguirá trabajando por fortalecer las relaciones bilaterales y por una mayor dinamización del intercambio comercial con Estados Unidos, según una nota de prensa de la Cancillería.
El comunicado recuerda, además, que el Gobierno de reconciliación y unidad nacional procura incrementar las oportunidades económicas, el intercambio comercial e inversión, así como fortalecer los lazos de amistad, respeto y cooperación con todos los países, para beneficio de este y los otros pueblos.
Estados Unidos, junto a Venezuela y Canadá, continúa siendo uno de los principales socios comerciales de Nicaragua y desde inicios del año hasta la fecha compró a este país productos por más de 388,7 millones de dólares, de acuerdo con el Centro de Trámites de las Exportaciones.
Bastian es el funcionario estadounidense de más alto nivel que ha visitado Nicaragua en lo que va del año y su llegada ocurre en momentos en que Nicaragua espera que Estados Unidos le apruebe la dispensa sobre la propiedad, conocida como Waiver.
Este documento es una suerte de aval para que el país reciba créditos de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Esta vez Washington condiciona la extensión anual del Waiver a que el gobierno solucione demandas de indemnización de estadounidenses que fueron confiscados por el primer gobierno de Daniel Ortega (1979-1990), en el ámbito de la Revolución Popular Sandinista.