Ballenas: más que avistamiento, salvamento

Montevideo (PL) Un creciente número de países latinoamericanos con costas frecuentadas por ballenas, reunidos en el llamado Grupo de Buenos Aires (GBA), busca impulsar el turismo de «avistamiento» en una estrategia regional de conservación.

En la X Reunión del GBA, delegados de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Panamá, Costa Rica, México y República Dominicana insistieron aquí en la urgencia de crear un santuario de ballenas en el Atlántico Sur.

La propuesta, sin embargo, no ha logrado consenso en la poderosa Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Los delegados latinoamericanos asistieron también al lanzamiento de la Temporada de Avistamiento 2013, donde la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, lamentó que en el 1800 había 300 mil ballenas y, actualmente, apenas siete mil.

«Las cifras asustan cuando se compara», subrayó Kechichián al señalar «la depredación que realizó el hombre y la necesidad, para la Organización Mundial del Turismo (OMT), de trabajar en la sustentabilidad y el cuidado del ambiente».

Tras celebrar que la primera ballena fue vista en julio pasado frente a las costas uruguayas, la ministra dijo que se espera que en los próximos meses se aproximen unos 80 cetáceos.

Asimismo, inauguró varios miradores en los orientales departamentos de Rocha y Maldonado y explicó que aún el avistamiento no es un producto turístico consolidado, aunque «es una actividad en auge, dando pasos certeros». A su vez, el delegado uruguayo ante la CBI, Carlos Rodríguez, dijo que el grupo quiere hacer un plan latinoamericano de avistamiento de ballenas, y la chilena Bárbara Galletti anunció para ello un próximo encuentro.

Los avistamientos no son seguidos de cerca solamente por autoridades del turismo, sino muy especialmente por activistas de más de 70 organizaciones conservacionistas, que solicitaron al GBA mayores medidas de protección.

En el marco del gran objetivo de conservación de las ballenas y el uso no letal y no extraíble de los cetáceos, las organizaciones suscribieron una carta al GBA en que expresaron sus principales preocupaciones.

Por ejemplo, que el GBA apoye la posición australiana ante Corte Internacional de Justicia contra Japón por la presunta «caza científica» de ballenas en la Antártica.

Las organizaciones solicitaron además que el GBA rechace la decisión unilateral de Dinamarca/Groenlandia de continuar la matanza de ballenas con supuestos fines de subsistencia aborigen, e inste a eliminar todos los componentes comerciales de esas matanzas.

Respecto a la región latinoamericana, también llamaron a los comisionados de Colombia y Brasil a detener la matanza de más de dos mil delfines de río en el Amazonas y a asegurar la conservación de esta especie.

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