Brasilia, 23 ago (PL) El gobierno brasileño negó hoy la existencia de una decisión para aumentar el precio de los combustibles en el país, como consecuencia de la elevación del valor del dólar en el mercado interno.
La ministra de la Presidencia, Gleisi Hoffmann, rechazó un posible reajuste en el valor de la gasolina y el diesel, y descartó que este tema fuera analizado por la presidenta Dilma
Rousseff, en un encuentro con el titular de Industria, Fernando Pimentel, la máxima representante de la compañía Petrobras, Grasa Foster, y ella.
«Nosotros no tratamos este asunto con la presidenta o con Foster», recalcó Hoffmann al rechazar informaciones de prensa de que el precio de los combustibles subirá un cinco por ciento antes de que concluya este 2013.
El ministro Hacienda, Guido Mantega, desestimó igualmente un incremento en los valores actuales de la gasolina y el diesel, debido a la devaluación del real (moneda local) y el fortalecimiento del dólar.
Puntualizó que Brasil atraviesa por un periodo de intensas fluctuaciones de su divisa, en el cual no se pueden adoptar medidas a la ligera y señaló que el Banco Central adopta disposiciones para controlar esta situación.
Sin embargo, especialistas de mercado estiman que la subida del billete norteamericano en cerca de un 20 por ciento en este presente periodo, así como el precio internacional del petróleo dejan pocas opciones para que no ocurra un reajuste en un breve plazo.
Medios de prensa nacionales señalaron por su parte que Petrobras presiona al Ejecutivo para subir los costos entre un 25 y 30 por ciento, debido a problemas financieros, lo cual se maneja con gran sigilo.
Por ello, indicaron que no se descarta que a finales de año ocurra el primer aumento en las ventas en las refinerías, lo cual afectaría el bolsillo de los consumidores, pues las estaciones de abasto de gasolina y diesel subirían los precios en un cinco por ciento.