Beirut, 24 ago (PL) Las fuerzas de seguridad libanesas incrementaron hoy la vigilancia en la norteña ciudad de Trípoli, donde la víspera dos coches bomba estallaron cerca de sendas mezquitas y causaron 45 muertos y unos 500 heridos.
Hombres armados se encontraban apostados delante de las mezquitas de esta ciudad de mayoría sunita musulmana.
Según un reciente balance de víctimas difundido por la Cruz Roja, de los lesionados en el doble atentado 280 permanecen hospitalizados, 65 de ellos reportados graves.
La ciudad portuaria amaneció este sábado -día de duelo nacional y de funerales de las víctimas- con las calles desiertas, escasa circulación vial y los comercios cerrados, según medios de prensa.
Soldados a pie y en vehículos blindados transitaban por las arterias de Trípoli, mientras agentes vestidos de civil y armados cuidaban algunas mezquitas ubicadas cerca de las sedes de partidos y de casas de legisladores, así como de autoridades religiosas.
En ese contexto, las fuerzas de seguridad detenían e inspeccionaban cualquier vehículo sospechoso, en tanto un grupo de soldados se dedicaba a limpiar las áreas donde ocurrieron los atentados con explosivos y los comerciantes evaluaban los daños de sus tiendas devastadas, destacan los medios.
Muchos cuerpos carbonizados o en mal estado aún no han podido ser identificados, según los servicios de seguridad, apuntan.
La doble explosión ocurrió una semana después de que otro atentado con explosivos causó 27 muertos en una zona sureña de esta capital, en una barriada bajo influencia del movimiento chiíta Hizbolá o Partido de Dios.