Madrid, 31 ago (PL) El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó hoy que dentro de un año anunciará una bajada de impuestos, luego de aplicar un drástico plan de recortes sociales y laborales para reducir el déficit público.
En un mitin en la ciudad gallega de Pontevedra, con el que dio inició a la actividad política tras el descanso estival, Rajoy aseguró que España, inmersa en la recesión desde finales de 2011, está «a las puertas» del crecimiento.
Auguró una mejora de la situación económica que, según su criterio, le permitirá bajar los impuestos en 2014, aunque no precisó cuáles ni en qué cuantía.
Contrario a incrementar los aranceles, el Ejecutivo del derechista Partido Popular (PP) modificó la política tributaria después de ganar las elecciones generales de noviembre de 2011.
Entre sus impopulares ajustes, la administración conservadora aumentó en septiembre de 2012 el tipo general del Impuesto sobre el Valor Añadido del 18 al 21 por ciento, una de las principales exigencias de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
La situación económica «aún no está bien, pero está mejor que hace un año», subrayó Rajoy, quien señaló que la prima de riesgo -el sobreprecio que paga España para financiarse en los mercados en comparación con otros países- ya no es un factor de agobio.
Defendió, además, la reforma laboral emprendida por el Gobierno, que abarata y facilita el despido, a pesar de que el desempleo en el país ibérico roza los seis millones de parados, es decir, el 26 por ciento de la población económicamente activa.
En pleno escándalo por la supuesta financiación ilegal y el pago de sobresueldos en negro en el seno del PP, el jefe del Ejecutivo aseveró que «nada ni nadie» le distraerá de su objetivo esencial de sacar a España de la crisis económica y crear empleo.
Rajoy omitió cualquier referencia al extesorero de los populares Luis Bárcenas, quien en julio pasado denunció que el ahora partido en el poder se financió de manera irregular durante los últimos 20 años.
Bárcenas declaró ante un juez haber pagado retribuciones opacas a altos cargos de la agrupación oficialista, incluido al propio mandatario, como parte de una contabilidad oculta llevada por él durante dos décadas en el PP.