Dudosas y esquivas pruebas sobre armas químicas para atacar a Siria

Damasco, 3 sep (PL) Sin presentar hasta hoy una sola prueba que incrimine al gobierno sirio por el presunto uso de armas químicas, Estados Unidos persiste en las intenciones de bombardear este país, ignorando a la ONU y la opinión pública.

Días atrás, el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid al-Muallem emplazó a los acusadores a nivel internacional a que presentaran una sola prueba en contra del gobierno del presidente Bashar Al Assad.

Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin demandó de Washington exponer ante el Consejo de Seguridad de la ONU las presuntas pruebas contra Siria para que sean analizadas y tomar las acciones correspondientes por el único órgano internacional con facultades para dirimir en estos casos.

Tanto el presidente Barack Obama como el secretario de Estado John Kerry, entre otros altos cargos de la administración esradounidense, sostienen sus imputaciones basados en hipotéticas «comunicaciones interceptadas entre funcionarios sirios de alto nivel» y la presunta observación de «personal militar moviéndose por Damasco».

Expertos estadounidenses, citados por medios de prensa, reconocieron el 29 de agosto que carecen de «evidencias decisivas» para demostrar que las autoridades sirias ordenaron un ataque con gas venenoso el 21 de agosto en Ghouta Oriental, en la periferia capitalina.

Acosada aún por el fantasma de la guerra de Irak (2003), iniciada bajo el pretexto de supuestas armas de exterminio en masa que nunca aparecieron, la opinión pública estadounidense se muestra en su mayoría reacia a cualquier ataque militar en Siria.

Según un sondeo conjunto entre la agencia Reuters e Ipsos, más del 60 por ciento de los estadounidenses cree que Washington debe mantenerse al margen del conflicto sirio; solo el nueve por ciento exhorta a Obama a actuar.

Aunque con casi nula referencia en la prensa internacional que replicó de inmediato el hipotético ataque químico cerca de Damasco, grupos opositores armados admitieron recientemente haber sido los responsables del hecho, esgrimido para culpar al gobierno sirio y amenazarlo con una ataque militar.

Así lo reseña un reportaje de Dale Gavlak, corresponsal de la agencia Associated Press, quien explicó días atrás que la muerte de civiles en Ghouta Oriental se debió a una mala manipulación de agentes tóxicos en poder de bandas mercenarias.

Luego de múltiples entrevistas con residentes e irregulares de esa zona, la reportera reveló además que las letales armas fueron enviadas por el jefe de los servicios de Inteligencia de Arabia Saudita, Bandar Bin Sultán.

Los artefactos, algunos «con una estructura de tubo» y otros como «una enorme botella de gas», según detalló el artículo, estaban destinados inicialmente al Frente al-Nusra, derivación de la red terrorista Al Qaeda que opera en Siria.

Sin embargo, la facción menos experta en este tipo de armas las recibió, las manipularon erróneamente y dieron lugar a las explosiones, detalló.

No nos dijeron qué tipo de armas eran, ni cómo usarlas, se quejó una combatiente a la corresponsal, que fue identificada como «K».

No podíamos imaginar que eran armas químicas. Cuando el príncipe Bandar (jefe de la Inteligencia saudí) las entrega debería haberlo hecho a quienes saben cómo usarlas, se quejó.

Desde un primer momento, el gobierno de Siria aseveró que no tiene responsabilidad alguna sobre el ataque.

Las autoridades detectaron hace pocos días un almacén clandestino cerca de la capital con productos tóxicos y letales en los que se lee la inscripción Hecho en Arabia Saudita.

La operación para allanar el depósito, según fuentes oficiales, costó la vida a un coronel y afectaciones a medio centenar de militares, debido a las emanaciones de los gases en el lugar.

De insulto contra el sentido común calificó el presidente Bashar al-Assad, las acusaciones a su gobierno por el uso de esas armas, mientras advirtió que Siria jamás se plegará a los dictados de ningún país ni será un títere de Occidente.

El primer ministro Wael al-Halaki explicó que tales invenciones solo se deben a la resistencia mantenida por el pueblo durante los más de dos años de conflicto y las evidentes y continuas victorias del Ejército Árabe Sirio contra las bandas mercenarias entrenadas, financiadas, equipadas y respaldadas mediáticamente por los mismos que intentan invadir a Siria, aseveró.

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