Ante una Europa reticente, Francia insiste en atacar Siria

París, 5 sep (PL) Francia continúa hoy sus gestiones para tratar de convencer a sus socios europeos de sumarse a un ataque militar contra Siria, un plan que provoca reticencias en el bloque y mantiene dividida a la clase política de su país.

El tema será abordado por el presidente François Hollande durante una serie de encuentros con varios líderes europeos, al margen de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) que arranca este jueves en San Petersburgo, Rusia.

La crisis siria también estará en el centro de atención en las reuniones informales que a partir de hoy y hasta el fin de semana efectuarán en Vilna, la capital de Lituania, los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores del grupo de los 28.

Sin embargo, hasta ahora sólo Francia aboga abiertamente por una agresión contra Damasco sin el aval de la Organización de Naciones Unidas y sin esperar por las pruebas de los inspectores de la ONU sobre el presunto uso de armas químicas en el país árabe.

El gobierno británico, que en un inicio apoyó la intervención, descartó esa opción tras el rechazo del Parlamento a autorizar el uso de la fuerza contra Siria.

Alemania aseguró que no se involucrará en una intervención militar, y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, prometió que la alianza tampoco participará como tal en un posible ataque.

Italia y España, por su parte, rechazan una acción sin el consentimiento de la ONU.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, consideró que «no hay solución militar al conflicto» y llamó a la comunidad internacional a superar sus diferencias y llevar a los protagonistas a la mesa de negociaciones.

Dentro de Francia, el gobierno de Hollande tampoco ha encontrado consenso a los planes franco-estadounidenses hacia el país árabe.

El principal partido opositor, la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), no respaldará al mandatario si decide actuar contra Siria, dijo su jefe de bancada, Christian Jacob.

De acuerdo con Jacob, Francia está aislada y a la expectativa de lo que ocurrirá el 9 de septiembre en Washington, cuando el Congreso se pronuncie sobre el pedido del presidente Barack Obama para intervenir.

A nombre del Frente de Izquierda el diputado André Chassaigne expresó su más enérgico rechazo a una agresión ilegal y llamó al gobierno de Hollande a no alinearse a la política de Estados Unidos.

«Nosotros no somos marionetas», dijo Chassaigne y recordó que el pueblo francés no quiere esta guerra.

Dos tercios de los franceses se oponen a la participación gala en un ataque contra el país árabe y 74 por ciento piensan que una acción de esa naturaleza debe ser sometida a la consideración del Parlamento.

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