Gustavo Monroy reconstruye el biombo de la Conquista

Por Irma Gallo

“Somos un país desolado, somos un país abandonado a nuestra suerte. Así se siente la gente de la frontera, así se siente la gente del norte. La vida social se descompuso, la cultura, la vida familiar se desmembró, y yo me pregunto muchas veces, al estar pintando estos cuadros, ¿cuánto tiempo se va a tardar, qué se necesita para que la vida vuelva a tomar su cauce ordenado?”, declaró el artista plástico Gustavo Monroy.
“El nuevo biombo de la Conquista está basado en la pieza anónima del siglo XVII, que se encuentra expuesta de manera permanente en el Museo Franz Mayer. Yo desde joven visité ese museo, la pieza me parece extraordinaria”.
A partir de esta obra, Gustavo Monroy realiza   su propia interpretación teniendo en mente el clima de descomposición social y violencia que vive nuestro país desde hace el sexenio pasado. La pieza se expondrá como parte de la exposición Daños colaterales, en el marco del Festival Internacional Cervantino.
“Entonces me apropié de esa historia. Tomé elementos muy concretos del biombo: la arquitectura, la perspectiva, la paleta, y cambié los personajes. Los invasores no son los personajes; los invasores es el narco, es la violencia, es el ejército, es la sociedad civil, que se siente invadida. Son personajes muy identificables: está el Chapo Guzmán, está Javier Sicilia, como personajes antagónicos”.
Este no es el único ejemplo en el que Monroy ha hablado de la descomposición social en su obra. El tema le obsesiona.
“Viajo con mucha frecuencia al norte de la frontera, vivo esta realidad, escucho a muchas personas que cuentan sus historias, conocidos míos ya no están por haber sido víctimas de la violencia. Entonces voy hilando un tema con otro, voy hilando las historias”.

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