Tokio otra vez sede olímpica 56 años después

Por Martin Hacthoun

Aires, 7 sep (PL) Cincuenta y seis años después de acogerlos en 1964, Tokio celebrará los Juegos Olímpicos de 2020 luego de ser escogida hoy aquí su candidatura en la Sesión 125 del Comité Olímpico Internacional (COI).

La elección de la ciudad sede se extendió a tres votaciones, pues en la primera ronda, Madrid y Estambul, quedaron igualadas a 26 votos, con la capital japonesa dueña de una mayoría de 42.

Hubo entonces un segundo sufragio para el desempate entre la capital española y la mayor ciudad turca, que ganó la segunda por el estrecho margen de 49 a 45 boletas.

En la tercera y definitoria ronda, Tokio se alzó con la victoria por cómoda mayoría de sufragios de 60 a 36, y hubo una abstención entre los 97 miembros del COI con derecho al voto.

La candidatura de la capital nipona estuvo sustentada en especial por la estabilidad y fortaleza económica del país, que mostró el músculo del yen para la construcción de las infraestructuras necesarias para un proyecto más compacto con estadios en un perímetro más centrado, más cerca de la Villa Olímpica.

Esta es la tercera ocasión en que Tokio presenta una candidatura después de los fallidos intentos para los Juegos de 2012 y 2016. La presentación que presidió hoy el primer ministro Shinzo Abe mostró una ciudad moderna que acogería unos Juegos que se vivirían con pasión y recuperarían parte de la herencia de la edición que ya albergó en 1964.

El comité organizador nipón presentó un nuevo Plan de Sedes mejorado y trató de despejar las dudas acerca de las secuelas del tsunami de marzo de 2011 que desató el desastre nuclear en Fukushima.

Abe aseguró en su discurso a los miembros del COI que Tokio es hoy una de las ciudades más seguras del mundo, «ahora y en 2020».

«Algunos pueden tener preocupación por Fukushima, pero permítanme decirles que la situación está bajo control», afirmó el primer ministro japonés en su discurso con el que convenció a una mayoría de los miembros del COI.

Acorde con el diseño, el plan constructivo de estadios integraría el 85 por ciento de sus sedes en un radio de siete kilómetros en torno a la Villa Olímpica. Diez de las 11 sedes están en el área metropolitana, con un fondos de cuatro mil 500 millones de dólares para acometer las obras. «Nuestra fuerza reside en la seriedad para la organización», destacó el presidente del Comité Olímpico de Japón, Tsunekazu Takeda, para quien «Tokio es una ciudad en la que se puede confiar en estos tiempos inciertos».

Esa última línea fue especialmente impactante para disipar cualquier duda entre los miembros del COI, en tiempos de turbulencia económica, en particular en España, y de contingencias bélicas cerca de las fronteras de Turquía.

Para Madrid fue cuarta derrota en su aspiración por ser la sede de unos Juegos Olímpicos; ya lo intento para 1972, 2012 y 2016. Su alcaldesa Ana Botella fue demasiado arrogante y prepotente en su discurso, según la opinión generalizada de los periodistas -no españoles- que cubren el evento.

«Les deseo buena suerte para el 2024 a Tokio y a Estambul», dijo con cierto tono de irrespeto la esposa del expresidente José María Aznar, anticipando una cómoda victoria madrileña. Duró poco su soberbia.

Estambul, la ciudad turca más populosa con 14 millones de habitantes, hizo un gran esfuerzo e incluso logró superar a la capital española en la votación, pero su proyecto basado más bien en la multicultura, no fue suficiente para convencer, y perdió por quinta vez. Ya había sido eliminada para el 2000, 2004, 2008 y 2012.

Además, la guerra contra Siria, en la cual Turquía también participa, alejó sus posibilidades.

Mañana, domingo, el COI definirá el programa de competencia de los Juegos de 2020, y para ello deberá completarlo con el deporte número 28, entre béisbol-softbol, lucha o squash.

Deja tu comentario