Bogotá, 8 sep (PL) En medio de una gran protesta nacional que cumple hoy 21 días, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) ratificó que el próximo martes se va al paro.
Aunque el Gobierno y los representantes de ese gremio comenzaron a dialogar la semana pasada, las negociaciones no han fructificado.
Un comunicado divulgado en la página en internet de Fecode sostiene que si bien hubo algunos avances en las negociaciones con los ministerios de Educación, Trabajo y Hacienda, hay situaciones significativas aún sin resolver.
El presidente de esa organización, Luis Grubert Ibarra, señaló que hasta la fecha no hubo firma de acuerdos.
«La mayoría de los temas importantes como las modificaciones al decreto de prima de servicios, la retroactividad de las cesantías y la solución a la crisis de salud deben ser blindados con compromisos firmados en documentos por su extrema importancia y delicadeza», señala Fecode.
El gremio de trabajadores de la educación subrayó la necesidad de un decreto que reglamente el régimen de salud del magisterio para que exista un marco jurídico, porque, dicen, hasta ahora sólo está soportado por los contratos de salud.
«Le decimos al Gobierno que lo que no consigamos en la mesa estamos dispuestos a conseguirlo en las calles desde el martes 10 de septiembre», apuntó el presidente de ese gremio.
Las autoridades lograron preacuerdos con varios sectores en huelga desde el 19 de agosto en los departamentos de Huila, Boyacá, Nariño y Cundinamarca, pero el resto del país permanece en resistencia.
Hoy quedó instalada en Popayán, Cauca, una reunión extraordinaria encabezada por el vicepresidente Angelino Garzón para intentar buscar una salida a esta crisis que mantiene semiparalizada a la nación y ha dejado más de 10 muertos, unos 300 heridos y centenares de detenidos.
En el encuentro participan los 12 voceros de la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo, delegados de 17 departamentos, el vicefiscal General de la Nación, Jorge Perdomo, y los gobernadores.
Miles de campesinos, obreros, mineros, camioneros, estudiantes, maestros y pueblo en general reclaman al unísono detener las políticas económicas neoliberales implantadas por el Gobierno y los más de 10 tratados de Libre Comercio que, afirman, están acabando con el campo y la vida del pueblo.