Ataque de EE.UU. contra Siria basado en mentiras, afirma ministro

Damasco, 9 sep (PL) El ministro del Interior de Siria, mayor general Mohamed al-Shaar, aseveró que el ataque militar que busca perpetrar Estados Unidos contra el país se basa en mentiras similares a las usadas para justificar la invasión de Irak en 2003.

Ante tales amenazas tenemos el deber de fortalecer nuestra capacidad de defensa, afincarnos en nuestra histórica resistencia y esforzarnos en esclarecer los hechos y demostrar la falsedad de las imputaciones respecto al uso de armas químicas contra civiles por parte de las las fuerzas del gobierno, destacó

Al reunirse la víspera con directivos de departamentos de las Comandancias de Policía de las provincias de Damasco y Damasco Campo, al-Shaar advirtió que pese a las agresiones contra la nación, el país continuará defendiendo las más justas causas árabes como la concreción del Estado palestino y la resistencia ante los planes expansionistas de Israel.

Washington, junto a aliados como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá, Turquía, Arabia Saudita y Catar, entre otros, acusan al gobierno del presidente Bashar al-Assad de haber ordenado un eventual ataque químico en la periferia capitalina el 21 de agosto, aunque siguen esquivas las pruebas para validar dichas imputaciones.

El gobierno sirio ha desmentido tales acusaciones en múltiples ocasiones y por el contrario, acusa del uso de gases letales a grupos extremistas afiliados a la red terrorista Al Qaeda que junto a mercenarios pagados y apertrechados por administraciones occidentales y de Oriente Medio buscan desde hace 30 meses derrocar al mandatario.

La víspera, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, admitió que Estados Unidos carece de pruebas evidentes sobre la culpabilidad de las autoridades sirias en el presunto acto.

En una entrevista con la cadena televisiva estadounidense CNN, McDonough estimó no obstante, que «el sentido común indica que Damasco perpetró la acción», sin aportar datos concretos.

Recientes informes indican que el presidente Barack Obama decidió además de bombardear los alegados arsenales químicas de Siria, liquidar la fuerza aérea al-Assad, destruir sus bases aéreas y aniquilar los misiles balísticos tierra-tierra, con gigantescos bombarderos B-52 y bombarderos invisibles B-2.

De acuerdo con un reporte de la televisora Russia Today, ante la orden de ataque algunas de las aeronaves volarán a territorio levantino directamente desde Estados Unidos, mientras otros lo harán desde la base de Al-Udeid en Catar.

Cazabombarderos F-22 «Raptor» también están programados para participar en la ofensiva aérea anunciada por Washington, además de los cinco destructores ya apostados en el Mediterráneo oriental y el grupo de ataque de un portaaviones en el mar Rojo, los cuales lanzarían misiles crucero y misiles aire-tierra, fuera del alcance de la defensa antiaérea siria, precisó.

Los estrategas estadounidenses optan ahora por una descarga masiva de misiles, seguida rápidamente de otros ataques sobre los objetivos no alcanzados o sin destruir por el ataque inicial, informó el diario Los Ángeles Times, citando fuentes del Departamento de Defensa estadounidense.

Aunque Obama insiste públicamente en que los posibles bombardeos «serán limitados y proporcionales», el rotativo develó que la Casa Blanca solicitó ampliar la lista de objetivos a golpear para obtener una potencia de fuego adicional y buscar neutralizar al Ejército Árabe Sirio.

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