Brasilia, 9 sep (PL) La selección brasileña de fútbol liderada por Neymar da Silva enfrentará mañana a su similar de Portugal en un partido amistoso, que se jugará en la ciudad estadounidense de Boston.
Brasil encara el amistoso como una prueba seria con miras al Mundial del que serán sede en 2014, después de la fácil victoria por 6-0 contra Australia, el pasado sábado.
Una de las dudas del seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, será el media punta Oscar dos Santos, quien se lesionó levemente en un entrenamiento, o si tendrá que volver a alinear a Ramires Santos do Nascimento, como hizo ante Australia.
Por su parte, Portugal que no contará con su principal estrella, Cristiano Ronaldo, se pone a prueba en un partido que servirá como preparación para los dos partidos decisivos de las eliminatorias que jugará en octubre.
Esos encuentros decidirán si se clasifica al Mundial de forma directa o si tiene que ir a la repesca; lo que también dependerá de los resultados de Rusia, su principal rival del grupo F de las eliminatorias europeas.
De hecho, los jugadores portugueses entrarán en campo poco después de que termine el partido de las eliminatorias entre Rusia e Israel en el que los rusos podrían arrebatarles el liderato.
Ello supondría un jarro de agua fría después de su remontada contra Irlanda del Norte en Belfast (2-4).
El esfuerzo excepcional de Cristiano Ronaldo ante Irlanda, en el que marcó tres goles en 15 minutos, le pasó factura a su físico, y fue dispensado por el equipo médico de Portugal para medirse a Brasil.
Según se supo, el seleccionador Paulo Bento previsiblemente optará por colocar en la posición de Ronaldo a Luís Carlos Almeida da Cunha «Nani».
Es un duelo interesante y es una experiencia buena por ser un equipo difícil y nos puede servir para evolucionar, afirmó Bento en declaraciones divulgadas este lunes por la televisión SIC.
El amistoso luso-brasileño tendrá el aliciente adicional del reencuentro de Scolari con Portugal, selección que dirigió entre 2003 y 2008 y con la que guarda un vínculo emocional.
Este es el tercer Brasil-Portugal para el entrenador, que al mando de la «Canarinha» empató 1-1 en 2002 y ganó dos veces dirigiendo al equipo europeo (2-1 y 0-2).
Hace tres años, durante la fase de grupos del Mundial de Sudáfrica-2010, se jugó el último partido entre ambos equipos, que concluyó con un empate sin goles.