Cuba contrarresta degradación de los suelos en zonas mineras

Pinar del Río, Cuba (PL) Científicos cubanos lideran un proyecto para contrarrestar la degradación de los suelos en el occidental municipio de Minas de Matahambre, conocido por sus yacimientos de minerales.

Inadecuadas prácticas agrícolas, la tala de árboles, el pastoreo excesivo y la contaminación son algunas de las causas del deterioro de la tierra, explicaron expertos de ese territorio, ubicado en el noroeste insular.

Para resarcir los perjuicios se aplican medidas como el drenaje de los terrenos, la aplicación de nutrientes de origen orgánico en los sitios más dañados, así como la sustitución de fertilizantes, insecticidas y otras sustancias químicas por variantes armónicas con el medio ambiente.

La repoblación forestal, tanto en bosques de plantación como naturales, y en zonas dedicadas antiguamente a la explotación minera, contribuyen también al mejoramiento y la recuperación gradual de los suelos, explicó Felipe Madrazo, especialista del Ministerio de Ciencia.

 

RELIQUIAS MINERAS

En la demarcación perviven elementos de la segunda mina más profunda de América, que descendía mil 552 metros para explotar un yacimiento de cobre.

El surgimiento del poblado data de 1697, año de fundación de la hacienda San Cristóbal de Matahambre, pero el hallazgo de los depósitos del metal rojizo ocurrió en 1919 cuando el campesino Victoriano Miranda encontró los primeros indicios del mineral, tres años después comenzaron las labores de perforación, sin beneficio alguno para el descubridor.

La mina llegó a alcanzar altos niveles de producción, con el empleo de una moderna tecnología para la extracción y procesamiento, atestiguan historiadores.

Después de 1959 se siguió trabajando en ese lugar, con mejores condiciones para los obreros, pero llegó el momento del cierre, debido a la sobreexplotación de la veta.

El filón fue hasta entonces el principal sustento económico de los habitantes de la zona, dedicados ahora a labores forestales y al cultivo tabacalero, fundamentalmente.

La construcción y apertura de una nueva planta para el procesamiento de plomo y zinc, ofrecerá empleo a casi medio millar de pobladores, una parte de los cuales trabajará en los yacimientos a cielo abierto y el resto en las instalaciones para la obtención de concentrados de ambos minerales.

Una empresa mixta se encargará de las inversiones y las operaciones en Santa Lucía, confirmó el ingeniero Eusebio Hernández, al frente del proyecto, actualmente en fase inicial.

 

S.O.S POR LA LLANURA SUR

Paralelamente al programa de Minas de Matahambre, estudiosos impulsan una iniciativa para el manejo sostenible de la tierra en la llanura sur esta provincia, que sufre las secuelas de la desertificación y la sequía.

En tres sitios de la planicie comenzaron las acciones de

capacitación a los productores en el uso de técnicas de agricultura sostenible con el fin de rehabilitar las superficies perjudicadas, precisó a Prensa Latina Yosleni Gálvez, especialista del programa.

Al referirse a los lugares seleccionados comentó que pertenecen a los municipios de Sandino, Los Palacios y Consolación del Sur, abatidos con frecuencia por los huracanes.

Entre las acciones encaminadas a contener la desertificación destaca la erradicación de especies exóticas consideradas invasoras, la plantación de variedades autóctonas con la ayuda de trabajadores del sector forestal, y el empleo de abono orgánico.

Generalizar tecnologías como la labranza cero -agregó-, que prevé la siembra sin remover la tierra, figura además entre las estrategias, las cuales se extenderán en etapas venideras al resto del área dañada por los procesos de degradación.

El monitoreo de la sequía mediante variables meteorológicas es otra de las prioridades así como la aplicación de un sistema de alerta temprana con la asistencia de expertos del Centro Provincial de Pronósticos, que permitirá mitigar los efectos de fenómenos naturales extremos.

Auspiciado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, el proyecto pretende llegar a todos los sitios donde se necesite, aseguró Gálvez.

En esa franja, la cual abarca siete municipios, se concentran las principales producciones alimentarías del territorio y 177 de las 520 especies de la flora que atesora son endémicas.

Las labores desarrolladas en Pinar del Río refuerzan el programa nacional de lucha contra la desertificación y la sequía, aplicado también en provincias del oriente del país como Guantánamo.

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