Piden la extradición del asesino de Víctor Jara

Recuerdan al músico chileno con expresiones artísticas

Por Huemanzin Rodríguez

 

CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22)

Hace 40 años, Víctor Jara tenía 40 años cuando fue asesinado. El 12 de septiembre de 1973 junto a otros profesores y alumnos estaba atrincherado en la Universidad Tecnológica donde daba clases, hasta que el ejército golpista entró para arrestarlos.

Víctor Jara había llegado a Santiago a los seis años de la mano de su madre y sus hermanos. Pronto la música, herencia materna, se convirtió en el sentido de su vida. En la universidad hizo teatro y como director recibió varios premios y reconocimientos como el del British Council, que lo llevó a Inglaterra.

En 1962 con el grupo musical Cuncumén recorrió varios países de Europa. Violeta Parra fue una de sus más importantes animadoras para que definiera ese estilo característico de Jara.

El 16 de septiembre de hace cuarenta años, en el Estadio que lleva su nombre, Víctor Jara fue torturado, humillado, mutilado y ejecutado. Uno de los símbolos de Chile es también, desde entonces, un símbolo de América Latina, de sus sueños y sus frustraciones.

El jueves 12 de septiembre de 2013 la organización El Centro Por la Justicia y la Rendición de Cuentas organizó una manifestación para exigir que el asesino material de Víctor Jara, Pedro Barrientos Núñez, ex oficial del Ejército y residente en Miami, Estados Unidos, fuera castigado.

«La solicitud de extradición ya ha llegado a Estados Unidos. Esto es importante, fue un paso bastante rápido (aquí en Chile). El otro proceso no sé cuánto va a durar. No puedo decir cuánto. Nada es rápido. Así que tenemos que ser pacientes y determinados como lo hemos hecho durante los últimos 40 años», así lo expresó la viuda del músico, Joan Jara.

El domingo 15 de septiembre, en un homenaje del pueblo chileno a Jara, artistas de diversas agrupaciones y colectivos inauguraron la construcción de un mural financiado por la Fundación Víctor Jara. La obra mide 200 metros de largo por 2.5 de alto, está en el Cementerio Metropolitano donde el cadáver de Jara, con 44 impactos de bala, fue sepultado en una fosa común.

«Había gente ahí tratando de hacer un monumento muy, muy humilde, porque no había forma de hacerlo en la clandestinidad, pero que estaban tratando de hacerlo. Creo que duró poco tiempo porque los sacaron, pero había ese afán, en ese momento horrible de hacer memoria de las cosas que ayudaron a resistir la dictadura, entre ellos Víctor».

Este año Víctor Jara ha sido recordado con música, cine y teatro en el Festival de Documentales de Cuba y en un festival musical en Chile. Su música ha sido revivida como nunca, con temas como «Te recuerdo Amanda», «El derecho de vivir en paz», «Plegaria a un labrador», «Vientos del pueblo», «Canto libre», «El aparecido», entre otros. Lo último que escribió estando preso, días antes de su muerte, dice:

«Somos cinco mil / en esta pequeña parte de la ciudad / Somos cinco mil / ¿Cuántos seremos en total en las ciudades y en todo el país? / Solo aquí diez mil manos siembran y hacen andar las fábricas / ¡Cuánta humanidad con hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y locura!»

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