Washington, 17 sep (PL) Aaron Alexis, el sospechoso de ejecutar el tiroteo el lunes en un edificio del Comando de Sistemas Navales en esta capital, sufría de paranoia y serios trastornos del sueño, informaron hoy las autoridades estadounidenses.
Alexis, de 34 años y residente en Fort Worth, estado de Texas, fue ultimado por la policía tras realizar un ataque que provocó la muerte a otras 12 personas y heridas a una decena.
Desde agosto pasado, el supuesto autor del crimen era tratado por especialistas en psiquiatría de la Armada estadounidense, y fue arrestado en 2004 por la policía de la ciudad de Seattle, en el occidental estado de Washington, por disparar contra las ruedas del auto de otra persona que discutió con él.
También fue arrestado en 2010 por disparar en su casa con un arma de fuego, aunque alegó que fue un hecho accidental mientras limpiaba el artefacto, señala hoy el diario local Fort Worth Star Telegram.
Sin embargo, las autoridades navales dijeron que Alexis era un contratista y tenía autorización de acceso a la jefatura de la unidad donde tuvo lugar el incidente violento, a pesar de sus antecedentes.
Por otra parte, el secretario de Defensa norteamericano, Charles Hagel, presidió este martes el acto de colocación de una ofrenda floral en el lugar del ataque, en memoria a las víctimas.
Además, el presidente Barack Obama ordenó que las banderas sean izadas a media asta en los edificios federales como señal de duelo en los próximos tres días.
El complejo perteneciente a la Marina de Guerra está integrado por cinco edificaciones donde laboran alrededor de tres mil civiles, militares y contratistas en la construcción y mantenimiento de buques de superficie y submarinos de la Armada.
La masacre del 14 de diciembre de 2012 en una escuela de Newtown, estado de Connecticut, donde murieron 20 niños y seis adultos, impulsó el debate en Estados Unidos sobre incidentes violentos con el empleo de armas de fuego, pero las legislaciones sobre el tema continúan estancadas en el Capitolio.
Los proyectos no avanzan porque enfrentan una fuerte oposición de grupos como la Asociación Nacional del Rifle que cabildean a favor de los productores de esos artefactos.