Empeño por erradicar las peores formas de trabajo infantil

La Habana, (PL) En la segunda década del siglo XXI el trabajo infantil continúa siendo una problemática mundial, con un serio comprometimiento del futuro, pues el tiempo que deben emplear en estudiar, los infantes lo invierten en laborar por su sustento y el de sus familias.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la actualidad cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos a tiempo completo.

De ellos, más de la mitad está expuesta a las peores formas de ocupación, como laborar en ambientes peligrosos, esclavitud, trabajo forzoso y actividades ilícitas que incluyen el tráfico de drogas, la prostitución y la pornografía, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.

Un asombroso 60 por ciento, unos 129 millones de niños de entre cinco y 17 años de edad, trabaja en actividades vinculadas a la agricultura, pesca, acuicultura, silvicultura y ganadería; el siete por ciento está ocupado en la industria, el 26 en los servicios y el resto en otros sectores.

En las zonas rurales la situación se agudiza y los infantes, especialmente las niñas, tienden a comenzar a laborar a una edad muy temprana, a veces entre los cinco y siete años.

De acuerdo con los convenios 138 y 182 de la OIT , sobre la edad mínima de admisión al empleo y las peores formas de trabajo infantil, este es definido como aquel que daña la salud de los niños y niñas y menoscaba su educación, desarrollo y futura calidad de vida.

La realidad para muchos de los infantes que trabajan en el campo, por ejemplo, son las jornadas laborales largas y extenuantes, lo que limita su posibilidad de asistir a la escuela o a la formación profesional, además de exponerse a productos químicos tóxicos que afectan su salud.

 

EXPERIENCIA EN AMERICA LATINA

 

En América Latina existe hoy una tendencia positiva en el propósito de erradicar las peores formas de trabajo infantil para el 2015, pero aún queda por hacer, afirmó la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Cuba, Begoña Arellano.

En entrevista ofrecida a Prensa Latina, la funcionaria explicó que en la región se calcula que el nueve por ciento de los niños y niñas menores de 14 años trabaja.

Señaló que los países latinoamericanos han suscrito una agenda hemisférica que tiene como meta acabar con las peores formas del trabajo infantil para 2015, y con todas las manifestaciones de ese flagelo en 2020.

A juicio de Arellano las causas de ese fenómeno son muy complejas y, esencialmente, están muy relacionadas con la pobreza, la cultura y con la falta de calidad de la educación, lo que impulsa a los niños a desertar de las enseñanzas primaria y secundaria, y ponerse a laborar.

Es por ello, dijo, que los programas de transferencia condicionada han tenido mucho éxito en la mayoría de los países latinoamericanos, sobre todo en Brasil y Bolivia.

Estas iniciativas, explicó, consisten en ayudas gubernamentales a las familias, mediante las cuales se les brinda una cantidad de dinero, recursos o comida poniendo como condición que envíen a los niños a las escuelas, alternativa que ha tenido gran aceptación.

A pesar de los avences, dijo, sigue quedando el mencionado nueve por ciento de infantes que trabajan, y su erradicación se torna un reto difícil.

Al hacer una radiografía de América Latina, apuntó Arellano, el problema se hace más difícil cuando los niños son indígenas, afrodescendientes, hijos de migrantes o que viven en zonas rurales lejanas o de difícil acceso.

Hay que enfocarse mucho en esos grupos y poner más énfasis en la calidad de la educación y, a la par, hacer comprender a las familias que poner a los niños a trabajar solo fomenta el círculo de pobreza del cual luego no pueden salir, aseveró la funcionaria de Unicef.

En general, acotó, los países del área han hecho muchísimos avances en el objetivo de erradicar el trabajo infantil, sobre todo en el tema de la legislación y en la ratificación de la mayoría de los convenios internacionales.

Creo que el interés y la voluntad política existen, pero sucede que muchas veces los gobernantes tienen que asegurar los medios y recursos para cumplir este empeño, lo cual es también un tema de prioridades, subrayó.

En este contexto la experiencia de Cuba es muy valiosa, sobre todo teniendo en cuenta que aquí no existe el trabajo infantil, lo cual está relacionado con la obligatoriedad de la educación hasta la secundaria. Creo que esta podría ser una lección para otras naciones, concluyó Arellano.

 

HOJA DE RUTA DE LA OIT

 

A finales de agosto último la OIT presentó un texto denominado, Aplicación de la Hoja de Ruta para alcanzar la eliminación de las peores formas de trabajo infantil. Una guía de formación para los responsables de la formulación de políticas, encaminado a lograr ese objetivo en 2016.

Dicho documento define las situaciones más pésimas en que laboran los infantes, presenta estrategias claves para su eliminación y describe las acciones recomendadas para los gobiernos, las organizaciones de empleadores, de trabajadores y otras instituciones de la sociedad civil.

Además, señala la supervisión y la evaluación como factores esenciales de los planes de acción exitosos.

En opinión de la directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT, Constance Thomas, la guía es tanto una herramienta de formación como un paso importante hacia la elaboración o revisión de un plan de acción nacional contra las peores formas de trabajo infantil.

Aportará, dijo, un nuevo ímpetu a los esfuerzos nacionales para alcanzar el objetivo de eliminar las peores formas de ocupación de los infantes.

El documento está complementado con una guía para facilitadores, de utilidad para quines deseen facilitar o apoyar talleres y consultas nacionales.

Tales propósitos son loables, pero para lograr el éxito deberá prevalecer la voluntad política de los gobiernos y el empeño en erradicar las causas, entre ellas la extrema pobreza, que obligan a los pequeños a trabajar, aun en condiciones peligrosas, y a endeudar su futuro.

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