«El río solía ser hombre», se proyectará en la Cineteca Nacional

Por Arlette Palacios

(N22) Un hombre alemán empieza un largo viaje por la selva africana en Botswana, en una canoa se encuentra relajado y admirando el paisaje. El individuo se ha dejado seducir con cada sonido que emiten las aves, el río y las hojas, también es cautivado por el canto de un pescador africano, él lo condujo a adentrarse en la selva.

Una luz resplandeciente se observa a lo lejos, es el aviso de que se aproxima una gran tormenta y ellos se encuentran ahí, en medio del río, sin luz, sin protección, acompañados solamente de una hielera, el fuerte viento y el ruido de los animales.

Al día siguiente, al caer el ocaso, el joven que yacía acostado en la lancha, solamente cubriendo su cara con dos grandes ramas, y el pescador, quien se preocupaba por remar, decidieron detener el viaje para comer algo. Al establecerse, empezaron a hacer una fogata, justo ahí, en donde el fuego alumbraba la penumbra, se escucharon a lo lejos ruidos de elefantes, el pescador solía decir que cuando los elefantes cantan es que alguien iba a morir, que los elefantes iban a matarlo.

Al despertar, el alemán se percata de la muerte sorpresiva del pescador, él no sabe qué hacer; lo cubre con una lona azul, y lo sube a la canoa, en medio de la nada, a lo lejos ve un elefante, decide remar, pero su lancha se voltea y vuelve a regresar. Lleva el cuerpo en la lancha.
Las aves cantan incesantemente,  ha vuelto a amanecer y él decide seguir el rumbo, intenta remar. Arroja el cuerpo al agua y tiempo después logra llegar a  una aldea de africanos en donde busca una tienda, un teléfono, un radio, algo para poder comunicarse, no encuentra nada más que un grupo de personas que habitan en la zona, uno de ellos le dice que conocía al pescador que estaba con él y que regresará para matarlo a él y a sus seres queridos.

A lo lejos escucha incesante el canto del pescador, pero es imposible, él está muerto, se lo imagina y regresa a la realidad, cree estar delirando. Después se encuentra en un avión, imaginando la introspección de este viaje infinito.

La historia anterior se trata de El Río solía ser hombre, un filme alemán que se estrenar hoy en la Sala 9, Juan Bustillo Oro, de la Cineteca Nacional y permanecerá en la cartelera de este recinto en distintos horarios. Alejander Fehling, es coguionista y protagonista de la cinta.

Esta película fue Ganadora a Mejor Fotografía en los Premios de la Crítica de Cine Alemán y Mejor Producción de Nuevo Cine Alemán en el Festival de Cine de Múnich.

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