Islamabad, 26 sep (PL) A 350 ascienden hasta hoy las muertes por el intenso terremoto del martes en la suroccidental provincia pakistaní de Baluchistán, mas la cifra puede aumentar según avancen la remoción de escombros y las operaciones de búsqueda y rescate.
Funcionarios de la Autoridad de Manejo de Desastres indicaron que el número de heridos supera los 450, algunos de ellos en condición crítica.
El portavoz del gobierno baluchi, Jan Mohammed Buledi, indicó que los damnificados pasan de 300 mil en el distrito de Awaran, aunque los daños también fueron considerables en los de Kech, Gwadar, Panjgur, Chaghi y Khuzdar.
Todavía puede haber decenas de personas atrapadas bajo los escombros, es un desastre enorme y se necesitará tiempo para rescatarlos a todos, dijo.
En las operaciones de salvamento participan más de mil miembros del ejército y del cuerpo de la frontera, con apoyo de seis helicópteros y otros medios.
Desde Awaran, las televisoras locales muestran a los aldeanos removiendo a mano los escombros de sus derruidas casas para recuperar lo que puedan de sus pertenencias. Para protegerse del sol o no dormir a la intemperie han improvisado pequeñas tiendas valiéndose de ramas de árboles y ropas viejas.
En algunas localidades se está haciendo sentir la escasez de alimentos y agua, y se teme que las condiciones de insalubridad traigan otras desgracias.
Un vecino de la localidad de Dalbedi dijo que apenas tienen agua potable porque la de los canales subterráneos quedó convertida en lodo por el terremoto.
Este ocurrió entrada la tarde del martes a unos 70 kilómetros de Awaran y duró casi dos minutos. Las ondas sísmicas estremecieron una vasta zona del suroeste pakistaní y puntos tan lejanos como Dubái y el norte de la India.
Baluchistán cubre casi el 45 por ciento de la superficie de la nación surasiática, pero es su provincia menos poblada y desarrollada.
Pakistán se asienta en la zona donde colisionan la placa tectónica de la India (al sur) y la euroasiática (norte). El norte y el noroeste del están consideradas entre las zonas más propensas a terremotos en todo el planeta.
Uno de los más trágicos fue el de octubre del 2005, que con una magnitud de 7,6 grados devastó gran parte del noreste del país y de la Cachemira india, con saldo de más de 70 mil muertos a ambos lados de la frontera.