El surgimiento de los reinos de Africa

Por Roberto Correa Wilson

La Habana (PL) El desmantelamiento de los imperios coloniales en Africa

tras muchas décadas de lucha armada en algunos países o política en otros,

significó para el continente además de su independencia, la creación de nuevos estados que se insertarían con pleno derecho en el concierto internacional de naciones libres y soberanas.

En Africa la esclavitud se implantó casi desde la llegada de los primeros extranjeros en el siglo XV. Fueron los grandes poderes de la época representados por portugueses, ingleses, holandeses, españoles, franceses, y otros, los que llevaron a cabo el tráfico de africanos para trabajar en régimen de esclavitud en las colonias de América y el Caribe.

A la esclavitud siguió la implantación del sistema colonial. En el siglo XIX se agudizó la carrera por Africa y se multiplicaron las rivalidades

entre las metrópolis europeas para conquistar más territorios y obtener nuevas fuentes de materias primas.

Hacía falta poner orden en esas disputas. En la Conferencia de Berlín celebrada en 1884-1885, las potencias europeas realizaron el reparto

del continente legalizando de esa forma el robo y el saqueo de las riquezas de Africa y la opresión de sus pueblos.

A partir de la década de los años 60 del siglo XX cada nación que se liberaba del yugo colonial se convertía en República, así la inmensa mayoría de los estados poseen en la actualidad ese estatus político. Pero África tiene tres reinos, dos de ellos menos conocidos por su escasa presencia internacional.

 

SWAZILANDIA, LESOTHO Y MARRUECO

 

Swazilandia es el más pequeño de los reinos. Su territorio de poco más de 17 mil kilómetros cuadrados está rodeado casi en su totalidad por Sudáfrica excepto por el este que limita con Mozambique y su población es de poco más de dos millones de habitantes, en su mayoría pertenecientes al grupo étnico de los swazi.

La fertilidad de la tierra, la abundante caza y la posibilidad de que existieran vetas minerales en el terreno, atrajeron a los colonos ingleses, quienes se establecieron en el país en 1878, recibiendo numerosas concesiones del jefe de los swazi.

Esas concesiones se extendían a posesiones de tierra o minerales y también sobre manufacturas, comunicaciones y el derecho a cobrar impuestos.

Esa fue la puerta de entrada de los colonialistas de Gran Bretaña y el inicio del control del país. Años más tarde, por decisión de Londres, el Alto Comisionado de Sudáfrica se hizo cargo de los asuntos de Swazilandia. Un tercio del territorio fue adjudicado a la Corona británica y otro a los colonos europeos. Inútiles fueron las protestas de los swazi ante el gobierno británico.

Durante 70 años Swazilandia se mantuvo bajo el estatus de protectorado inglés. Una figura jurídica muy utilizada por los colonialistas que pretendía ocultar los abusos contra la población y la explotación de

yacimientos de hierro, amianto y los abundantes productos agrícolas. El 6 de

septiembre de 1968 fue independiente.

El reino de Lesotho está rodeado por el territorio sudafricano. Sus cerca de tres millones de habitantes mayoritariamente de etnia sotho viven en un área de unos 30 mil kilómetros cuadrados. Curiosamente en el territorio se han encontrado fósiles y huellas de dinosaurios que datan de hace 200 mil años.

Las discrepancias, ataques de los boers, colonos de origen holandés que habitaban el Transvaal, provincia sudafricana y las diferencias con el Estado Libre de Orange, determinó que el jefe del pueblo Lesotho

(Basutolandia era el nombre del país antes de la independencia), buscara

«protección» británica de la Colonia del Cabo, en poder de Gran Bretaña.

En 1871, sin consulta alguna, la Corona británica añadió Basutolandia a su dominio de la Colonia del Cabo, aunque ya los nativos habían visto mermado su territorio, al proclamar los británicos su soberanía sobre tierras de ese país

Décadas después Gran Bretaña se apoderó directamente de Lesotho. Cuando los británicos trataron de desarmar al pueblo estalló una rebelión que duró tres años. Fueron innumerables las luchas del pueblo para liberarse del dominio colonial de la nación europea que consiguió al fin el 4 de octubre de l966.

A diferencia de Swazilandia y Lesotho que sucumbieron ante las ambiciones de Gran Bretaña, el reino de Marruecos fue víctima de su gran rival en África: Francia. Es el reino africano más conocido internacionalmente. En mil 150 a.n.e., fenicios, cartagineses y posteriormente romanos tuvieron presencia en el territorio. A partir del año 684 las invasiones musulmanas llegaron a Marruecos y determinaron el establecimiento de las creencias islámicas que predominaron en el país.

A comienzos del siglo XX, Francia y España firmaron un acuerdo para fijar sus zonas de influencia, sin embargo, la ocupación total del territorio marroquí fue lenta y costosa para ambas potencias a causa de la resistencia de los pueblos de la región.

Una sucesión de guerras contra la dominación extranjera, con avances y retrocesos de las fuerzas anticolonialistas, se extendieron por toda

la nación durante décadas que concluyeron con la ocupación francesa. El reino se estableció en 1956 cuando Francia decidió abandonar el protectorado de Marruecos y reconoció la independencia de la nación.

Swazilandia, Lesotho y Marruecos, son tres reinos entre un mar de repúblicas, unos y otras surgidos tras las luchas anticoloniales.

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