La ciencia a favor de los microbios

Washington, 2 0ct (PL) El enfoque de la ciencia sobre la relación entre el ser humano y el conjunto de microorganismos que lo habita pudiera cambiar diametralmente, según muestra el trabajo de varias instituciones estadounidenses.

Hasta hace poco, los microbios del organismo eran tomados en cuenta, fundamentalmente, como agentes patógenos y la principal herramienta para combatirlos eran los antibióticos.

Sin embargo, el uso de estos medicamentos fue reconsiderado a partir de nuevas valoraciones positivas acerca de la acción de la microbiota (conjunto de bacterias, virus, hongos y protozoos que habitan dentro de y sobre la superficie del cuerpo).

Entre otras causas, la razón atiende a la confirmación del desempeño de muchos microbios en el mantenimiento de un equilibrio saludable en el organismo.

Según gran parte de la comunidad científica, el uso excesivo de antibióticos provoca una alteración de la microbiota, lo cual se vincula al incremento de dolencias como las alergias, diarrea y fiebre hasta el punto de volverse fatales.

También pueden desaparecer del ecosistema interno muchas de las poblaciones de bacterias no dañinas asociadas al correcto funcionamiento del organismo humano.

A modo de alternativa se desarrollan diversos tratamientos, como el trasplante fecal de microbiota, específico para la Clostridium difficile, que utiliza los microbios de otra persona para normalizar el ecosistema intestinal del paciente.

En un artículo publicado por BBCmundo, Alex Khoruts, investigador de la Universidad de Minnesota, señala que el procedimiento es sencillo, aunque no del todo agradable, y prácticamente cualquier humano sirve como donante.

Sin embargo, esta técnica no deja de ser polémica debido a la posibilidad teórica de que los pacientes desarrollen enfermedades distintas a la original por la introducción de microbios para los cuales el organismo receptor no está preparado.

Además de los riesgos, otra cuestión a analizar es si el tratamiento puede servir para enfermedades diferentes.

Otra vía utilizada son los llamados probióticos: organismos vivos que al ser consumidos en cantidades adecuadas provocan un beneficio para la salud.

Suministrar probióticos a modo de coctel de bacterias no es una intervención precisa en su totalidad, aclara Christian Jobin, del Departamento de Enfermedades Infecciosas y Patología de la Universidad de Florida.

Lo ideal sería manipular la producción de los complejos hechos por las bacterias para promover los beneficiosos y disminuir los nocivos, agrega.

Sería posible también que en un futuro se confeccionen fármacos a base de microbios o se utilicen los propios microbios como fábricas de químicos necesarios para los humanos.

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