La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna advirtió que a partir de los sucesos del 1 de diciembre de 2012, hasta los enfrentamientos registrados el 1 de septiembre, en algunas marchas de la CNTE y, sobre todo, el pasado 2 de octubre “existe un evidente interés por sembrar grupos violentos en las manifestaciones cívicas de protesta”.
“No se trata de algo casual o de una violencia intrínseca en los ciudadanos. Se trata de vandalizar la protesta social para justificar la acción policiaca represiva e indiscriminada”, alertó.
A consideración de la legisladora perredista el otro patrón observado ha sido clasificar desde las autoridades como anarquistas a quienes no argumentan ni tienen planteamientos políticos claros. Los mal llamados anarquistas se parecen más a grupos de choque, al estilo de lo que fueron los porros en el 68 o los “Halcones” en el 71. Estos vándalos no tienen ninguna relación con auténticos grupos del anarquismo mexicano como los Flores Magón o Librado Rivera.
“¿Por qué si hubo un despliegue policiaco tan grande no se pudo prevenir y disuadir a los grupos de choque para que no afectaran el inmobiliario urbano y evitaran el enfrentamiento con ciudadanos, periodistas y los mismos agentes policiacos?, ¿por qué se trata de responsabilizar únicamente a las autoridades capitalinas de un fenómeno que está relacionado con protestas frente al gobierno federal, ante efemérides tan importantes como el 2 de octubre?, ¿existe también una intención deliberada de debilitar a un gobierno de izquierda, desde adentro y desde afuera?, ¿por qué se incrementa la presencia de estos grupos de choque cuando hay manifestaciones del magisterio y de otros grupos sociales con demandas legítimas?, ¿por qué ocurre en vísperas de la movilización de las izquierdas a favor de una consulta popular en materia de reforma energética?, ¿se trata de criminalizar el derecho a la protesta y a la libre manifestación?, cuestionó.
Padierna Luna consideró que estamos ante un performance de la violencia, es decir, ante una exhibición y demostración de vandalismo en eventos de fuerte carga mediática (1 de diciembre, 1 de septiembre, 2 de octubre) para afectar y distraer la atención sobre las demandas legítimas de quienes expresan su oposición.
“Es responsabilidad de las autoridades investigar, ponderar y no generalizar para frenar la espiral de criminalización y vandalización del derecho a la protesta y a la manifestación”, concluyó.