Washington, 7 oct (PL) La existencia de 11 millones de personas indocumentadas en Estados Unidos es insostenible y su deportación no es una opción, indica hoy un editorial del diario The New York Times.
La opinión del rotativo sale a la luz tras las masivas demostraciones del pasado sábado en 40 estados del país a favor de una reforma de las leyes migratorias, proceso que se encuentra estancado en el Congreso.
La administración del presidente Barack Obama está a punto de establecer un registro negativo, la deportación durante su mandato de dos millones de personas, de las cuales sólo una fracción son criminales peligrosos, agrega el rotativo.
Más de 100 mil personas han sido deportadas desde que el Senado aprobó un proyecto de ley en junio, el cual contempla un camino a la ciudadanía y mayores controles en las fronteras del país.
El proyecto integral y amplio aprobado en el Senado, 68 a 32 votos, en la actualidad enfrenta un abismo en la Cámara controlada por los republicanos, señala el Times.
La presidencia de la Cámara de Representantes se niega a permitir una votación sobre una medida que incluye posibles ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados y da preferencia por medidas parciales.
Como paliativo a la negativa de Washington, el rotativo aborda una ley para permitir las licencias de conducir para inmigrantes indocumentados en California.
En conjunto, los proyectos de ley de California ponen ahora en la vanguardia la expansión de los derechos de inmigrantes, mientras facilitan la búsqueda de soluciones humanas, un problema que Washington se niega a resolver, apunta.
Por otra parte, miles de personas exigieron el sábado al Congreso la aprobación inmediata de la reforma migratoria, actualmente paralizada en la Cámara de Representantes y debilitada en el debate público por el cierre parcial del Gobierno.
Ese evento fue el punto de partida para una jornada de concentraciones que concluirá mañana 8 de octubre, día en que se celebrará en el Washington Mall un concierto con la participación del grupo Los Tigres del Norte y una posterior marcha hasta las escalinatas del Congreso.