Berlín, 12 oct (PL) Tras la ocurrencia de un nuevo naufragio cerca de la costa de la isla italiana de Lampedusa, representantes de partidos, iglesias y de la sociedad civil en Alemania demandaron un giro en la política migratoria.
Sobre todo el programa Eurosur para la vigilancia de las fronteras exteriores de la Unión Europea, aprobado a finales de esta semana por el Parlamento Europeo, provocó fuertes criticas.
«Eurosur es un programa de inversión y fomento de 340 millones de euros para la industria armamentista», dijo la europarlamentaria del Partido de la Izquierda (Die Linke) Cornelia Ernst.
La diputada destacó que este nuevo programa no cambiará la tragedia que sufren los refugiados en el Mediterráneo.
«El problema es que el servicio de salvamento náutico no funciona», agregó.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Robert Zollitsch, también demandó una nueva política migratoria de la Unión Europea.
Actualmente, aquellos que no ven otra posibilidad que refugiase tienen que pagar el precio de una política fracasada, comentó Zollitsch.
Mientras, refugiados y activistas políticos tomaron la representación de la Unión Europea en Berlín para protestar contra la restrictiva política de fronteras.