Integrantes de Organizaciones de la Sociedad Civil y del colectivo Reforma Política Ya coincidieron en que es urgente avanzar en nuevos mecanismos de diálogo entre sociedad y gobierno, y hacer valer otras herramientas de participación que establece la Constitución, entre ellas la iniciativa ciudadana y la consulta popular.
El senador perredista Zoé Robledo Aburto destacó que es “bajísima” la participación de los ciudadanos en los asuntos de la agenda nacional y destacó el esfuerzo que realizan diferentes colectivos, asociaciones y organizaciones.
“Nos parecen de suma importancia, hemos estado en comunicación y queremos que esa relación siga prosperando de esa manera en beneficio de mejores leyes, mejores prácticas y reglas para la democracia”, señaló.
Durante la mesa denominada El impacto de las herramientas de participación ciudadana en las organizaciones de la sociedad civil, Elio Villaseñor, de Iniciativa Ciudadana para la Promoción de la Cultura del Diálogo, aseguró que el país “se está yendo en una situación de polarización, porque no hay canales de diálogo”.
Sostuvo que existe una crisis de gobernabilidad y hoy más que nunca es urgente generar nuevos mecanismos de diálogo. “Tenemos que dar el siguiente paso de la alternancia, ejercer el poder desde otra óptica más ciudadana; hay que jugar a la distribución del poder”.
Subrayó que en la política hay “descomposición”, pues muchos representantes populares llegan al cargo no por la vía de la población, sino por cuotas de poder, y no le entregan cuentas la gente, sino a quienes los llevaron al poder.
Por su parte, Dinora García, de la Asociación Civil Tejiendo Alas. A.C, comentó que la iniciativa ciudadana, aunque es una herramienta no regulada, “ya la podemos utilizar, porque ya es un derecho constitucional”.
Explicó que es posible que la fuerza de la ciudadanía logre regular o reformar los mecanismos de participación ciudadana, “porque no tenemos ningún candado hasta ahorita, no se ha regulado y entonces podemos aprovechar estas herramientas”.
Estimó que deben fortalecerse esas figuras de democracia participativa y darle mayor impulso al papel de las organizaciones sociales, que han realizado trabajo de campo y tienen 15 ó 20 años estudiando directamente con los problemas que atañen a la sociedad.
En tanto, Consuelo Castro, del Centro Mexicano para la Filantropía, llamó a sumar fuerzas para tener un mejor marco legal y que se pueda aprovechar la experiencia de la gente para atender diferentes ámbitos de acción y tener mayor incidencia en el desarrollo social.
Aseveró que la experiencia ciudadana “nos da la posibilidad de hacer propuestas muy concretas que alcanzan en el ámbito legislativo en lo que consideramos que puede ser un mejor marco para poder solucionar los problemas”.
En su oportunidad, Gonzalo Ibarra, del colectivo Reforma Política Ya, manifestó que la consulta popular, las iniciativas y candidaturas ciudadanas se han convertido en una herramienta que debido a la presión de la propia ciudadanía ahora tienen un espacio para colarse en el Congreso en la fabricación de las iniciativas de ley sin “pintarlas de ningún color”.
Señaló que también han servido para impulsar consultas populares en diversos temas, aunque no en todos los que quisieran porque hay algunos que han sido bastante difíciles de impulsar al interior del Congreso, sobre todo porque “a veces no nos alcanza el número de votos para sacarlas adelante y porque no hay la intención en algunos grupos políticos para hacerlo”.