Estudiantes colombianos toman de manera pacífica edificio en Bogotá

Bogotá, 16 octubre (PL) Los universitarios colombianos que salieron hoy a protestar aquí permanecen en las instalaciones del edificio del Instituto de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior en una toma pacífica y aseguran que estarán allí hasta dialogar con el Gobierno.

Estaremos hasta que el gobierno de Juan Manuel Santos decida tener la voluntad de entablar conversaciones con la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), subrayaron los universitarios en comunicado.

Los estudiantes exigen el reconocimiento de la deuda de 11,3 billones de pesos (unos seis millones de dólares) del Estado con las universidades públicas y se brinden plenas garantías para el ejercicio del derecho a la movilización y organización.

Esperamos que Santos «le responda al país sobre la situación real de la universidad colombiana y se nos reconozca como actores en el debate sobre la educación superior, no nos puede seguir excluyendo», apunto uno de los dirigentes de la Mane, Jairo Rivera.

Las universidades se caen a pedazos, no cabe un arroz parado en los salones y la ministra de Educación insiste en que la tal deuda no existe, subrayó otro miembro de la Mesa, Sergio Fernandez, en un mensaje en la red social twitter.

Centenares de estudiantes marcharon, la mayoría con sus cuerpos desnudos, por la céntrica Carrera Séptima hasta la Plaza de Bolivar para exigir soluciones al déficit de la educación en el país.

La Mane, que desde el pasado 29 de agosto se encuentra a la espera de una respuesta del Estado a sus peticiones, demandan una urgente mesa de concertación donde se definan tiempos, participantes y metodologías para la discusión de la educación superior que requiere el país y su concreción como ley de la República.

Volvemos al calor de la lucha, en las calles, los barrios, las escuelas y en cada rincón del país, junto a profesores, trabajadores, madres y padres de familia, académicos y todos aquellos que quieran hacer parte de la lucha por una educación radicalmente diferente, afirman los jóvenes.

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