Bagdad, 18 oct (PL) Las estadísticas finales de la violencia sectaria la víspera en Irak, difundidas hoy, arrojan un saldo de 71 muertos y más de 120 heridos por atentados dinamiteros y otros ataques armados.
La mayoría de las víctimas fatales, 44, son musulmanes chiítas, despedazados en esta capital y sus alrededores por la explosión de vehículos cargados de explosivos, según un comunicado del Ministerio del Interior difundido por los medios locales.
El jueves comenzó con la explosión de un camión en la ciudad de Muwaffaqiyah, en el norte del país, donde murieron 15 miembros de la minoría turcomana shabak, profesantes de la escuela de pensamiento chiíta del Islam, y 50 resultaron heridas.
Un menor de esa etnia murió y tres de sus familiares fueron lesionados en Mosul, la capital de la provincia septentrional de Nínive.
Acorde con el reporte durante la jornada ocurrieron 11 atentados dinamiteros por el mismo método.
La comunicación da cuenta asimismo de «otros ataques en el norte en los cuales siete personas perdieron la vida y varias sufrieron lesiones». Un hombre vestido con uniforme policial detonó la carga explosiva que llevaba fijada al cuerpo en un café al aire libre en la ciudad de Tuz Khurmatu y causó la muerte de cuatro personas y heridas a 27.
Ninguna entidad reivindicó la autoría de los atentados, pero las autoridades tienen la casi certeza de que son obra de Estado Islámico de Irak y Levante, una sucursal de la red Al Qaeda.
Otras entidades menos numerosas integradas por musulmanes sunitas participan en la ola de violencia que en lo que va de año ha causado cerca de seis mil muertes en este milenario país en el cual las pugnas sectarias eran desconocidas antes de la invasión militar estadounidense de 2003.