Exponen en ONU impacto de bloqueo EE.UU. en salud de niños cubanos

Naciones Unidas, 18 oct (PL) Las dificultades en el acceso a medicamentos y equipos que salvan vidas y su particular impacto en los niños, son algunas de las consecuencias del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba expuestas hoy en la ONU.

En la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la representación de la isla intervino a propósito del tema «Promoción y protección de los derechos del niño» para denunciar ante la comunidad internacional una de las aristas más crueles del cerco impuesto por Washington a principios de los años 60 del pasado siglo.

La diplomática Lisandra Astiasarán señaló que estimados muy conservadores cifran en alrededor de 39 millones de dólares los daños provocados al sector de la salud en el último año por la unilateral medida, una parte de ellos en hospitales que atienden a infantes.

Por solo citar un caso, el Cardiocentro Pediátrico William Soler, en La Habana, enfrenta serias dificultades para adquirir oxido nítrico, gas fabricado por compañías estadounidenses y europeas, que se utiliza en el tratamiento a los niños con crisis pulmonares y sometidos a trasplantes, advirtió.

Igualmente, informó en la Comisión de la Asamblea -que se ocupa de asuntos sociales y humanitarios- la carencia de varios medicamentos antivirales requeridos por menores, «debido a que las compañías norteamericanas que los producen no responden las solicitudes de las empresas cubanas o bien alegan que no pueden comerciar con Cuba».

Son numerosos y lamentables los ejemplos de que los niños cubanos continúan siendo víctimas inocentes de la absurda política del bloqueo, sentenció.

Astiasarán recordó que el próximo 29 de octubre la comunidad internacional tendrá una vez más la oportunidad de rechazar en la Asamblea General el cerco de Washington, como ha sucedido de manera consecutiva desde 1992.

En su intervención, la funcionaria presentó las acciones realizadas en la isla para garantizar los derechos de los niños, pese a las afectaciones y limitaciones existentes por más de medio siglo de bloqueo.

Las políticas y programas en favor de la infancia y la adolescencia comenzaron a aplicarse desde el triunfo de la Revolución cubana en 1959, adelantándose en más de 30 años a la Convención de los Derechos del Niño, de agosto de 1991, dijo.

Según precisó, una mortalidad infantil mantenida en el último lustro por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos, el acceso universal y gratuito a la educación y la salud, las campañas de vacunación contra 13 enfermedades transmisibles y la atención a los infantes con necesidades especiales, demuestran el compromiso gubernamental.

Astiasarán lamentó que en otras partes del mundo el panorama es bien distinto.

Datos de Unicef reflejan que uno de cada seis niños de los países en desarrollo se ve obligado a trabajar, mientras millones son víctimas del tráfico de órganos, la pornografía y la prostitución infantil y la violencia, expresó.

Además, la delegada cubana mencionó que más de 20 mil menores mueren a diario en el planeta, la gran mayoría por causas prevenibles, «especialmente porque uno de cada tres de esos niños murió por causa de la malnutrición».

Ante este escenario, la isla llamó a un mayor compromiso internacional con los infantes.

«Todos tenemos la responsabilidad de luchar por un mundo en el que los niños no mueran por hambre y malnutrición, un mundo en el que puedan ir a la escuela los aproximadamente 57 millones de niños en edad primaria, que todavía no pueden hacerlo», demandó en la Tercera Comisión la representante del país caribeño.

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