La Paz, 18 oct (PL) Rezos y conjuros ancestrales tomarán hoy la noche en las comunidades originarias de Bolivia, porque un puma devorará a Mama Quilla, la Madre Luna, que se salvará de sus entrañas por los ruegos de sus hijos en el último eclipse lunar del año.
Como es habitual desde tiempos ancestrales, las pueblos que mantienen la tradición de los primeros habitantes del continente interrumpirán sus rutinas en la noche de este viernes, cuando las sombras de la Tierra oculten por un rato el esplendor de su satélite natural.
El eclipse penumbral tendrá una duración aproximada de tres horas y 59 minutos y el máximo de sombras tendrá lugar a las 19:50 hora local.
Este fenómeno astronómico comenzará a verse en la ciudad sede del Gobierno a las 17:51 hora local, un rato antes de la puesta del sol, y terminará a las 21:50.
Los eclipses de tipo penumbral son los menos frecuentes, debido a que la sombra que proyecta la Tierra es solo algo mayor que el diámetro de la Luna, y se da con una frecuencia de unos tres por siglo
Para los pueblos aimaras y quechuas que habitan Bolivia, los eclipses lunares ocurren cuando un animal, generalmente un zorro, aunque puede ser una serpiente o un puma, devoran al astro; es por eso que una de las tradiciones es hacer ruidos para espantar a la fiera.
La Luna, en la cosmogonía de los originarios, es conocida como Mama Quilla, y se le considera la madre de Manco Cápac y Mama Ocllo, los fundadores míticos de la cultura Inca, así como la diosa del matrimonio, del ciclo menstrual y la protectora de las mujeres.
El último eclipse lunar visible desde Bolivia ocurrió el pasado 25 de abril, tuvo carácter parcial y fue el de menor duración del siglo XXI, porque solo duró 27 minutos.