Lima, a la segunda fue la vencida

La Habana (PL).- Luego de ser preterida en las elecciones anteriores, los organizadores de la candidatura panamericana de Lima no se dejaron caer y repitieron la solicitud para la sede de 2019, pero esta vez sí se llevaron el gato al agua.

Si en 2015 hubo alguna suspicacia por el triunfo de Toronto, que dio a Canadá la sede continental por cuarta vez mientras Perú seguía esperando por su primera, esta vez no hubo sorpresas, o solamente una, en última instancia: el triunfo absoluto de Lima desde la primera votación.

Algunos pensaron que pudo haber una segunda vuelta entre Lima y Santiago por lo parejas que se veían ambas candidaturas, pero el hecho de haberse presentado cuatro dividió las fuerzas y en definitiva fue la capital del antiguo imperio inca la ganadora, quizás arrastrando buena parte de los sufragios alcanzados cuatro años atrás.

Sin dudas, la experiencia anterior les enseñó bien cómo hacer lobby, qué puertas tocar y cómo.

Además, los flamantes vencedores garantizaron las instalaciones casi en su totalidad y una inversión de 700 millones de dólares para infraestructura citadina (Villa panamericana, hoteles, aeropuerto, transporte, etc.) y la remodelación de algunos escenarios competitivos.

Fuentes de las candidaturas derrotadas argumentan que Lima ofreció «tabletas» a los dirigentes de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) que viajaran allá, pero esto es solamente una acusación sin mucho basamento.

Lo que realmente pesó para los países pequeños fue la rebaja del costo de derechos de televisión, porque sus economías no pueden darse el lujo de pagar demasiado por la transmisión del certamen continental.

Ahí está buena parte de la explicación de por qué Lima se llevó 31 papeletas en la primera votación, cuando necesitaba apenas 29, y Santiago solamente nueve.

No obstante, la principal ciudad chilena seguramente aprendió la lección, y como hicieron los peruanos, muy probablemente lo vuelvan a intentar en el próximo cuatrienio.

En el caso de Ciudad Bolívar (Venezuela) y La Punta (Argentina), les queda también la experiencia, pero quizás deben escoger mejor el momento de presentarse, y este no debe ser ante capitales que nunca han albergado la justa multideportiva panamericana.

 

SE MOVILIZA LA CIUDAD

 

Apenas conocida la noticia, hubo una gran explosión de júbilo en Lima, y tanto deportistas como políticos, artistas y el pueblo en general festejaron la nominación.

Como resultado, el Gobierno y la alcaldía limeña recordaron que un torneo polideportivo de esa magnitud obligará a hacer una gran inversión para acometer las grandes transformaciones en infraestructura, transporte y trabajo.

La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, presidió una ceremonia en la Plaza de Armas de la ciudad, en la que estuvo acompañada de deportistas de distintas disciplinas, y llamó a sus compatriotas a «reinventar» la ciudad para 2019.

«Habrá mucho trabajo porque habrá una gran inversión. Vamos a reinventar Lima para estos Juegos como hizo Barcelona en su momento (1992), porque una ciudad que tiene grandes retos y grandes desafíos logra grandes realizaciones, y nos merecemos mejor transporte, más orden y trabajo», dijo.

Villarán hizo hincapié también en el trabajo realizado por su equipo desde la elección anterior, que lejos de amilanarlos, les enseñó el camino del triunfo.

«Estamos avanzando, como han reconocido los países. En Guadalajara (2009) nos dijeron ‘no todavíaâ€Ö. Hoy día han visto que nos pusimos de pie, hicimos la tarea y hemos avanzado; hay Estadio Nacional, hay un sistema integrado de transportes», destacó.

Entre las obras a acometer se encuentran las cerca de nueve mil viviendas (unos 60 edificios) de atletas y entrenadores en Chucuito, Callao, que tras los Juegos serán ofertados a la población local.

Además, en la zona de la Villa Deportiva Nacional (Videna) se construirá el esperado coliseo deportivo que tendrá capacidad para 10 mil personas, en el cual se jugará el voleibol, y dos polideportivos multiusos (bádminton, balonmano y gimnasia), además de reconstruirse el velódromo.

Pero quizás la obra más ambiciosa se hará en el estadio Miguel Grau del Callao, pues su aforo actual de cerca de 18 mil personas aumentará a 50 mil, lo cual lo convertirá en un estadio moderno para el primer puerto peruano, donde además se construirá un centro acuático para el canotaje.

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